Capitulo 5

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Han pasado dos días desde que la joven de cabellos castaños abandono la isla. Aun seguía en la pequeña barcaza en busca de una isla. Su log pose que estaba en su muñeca izquierda apuntaba hacia la isla mas cerca sabia bien que estaba por llegar pues si con un barco normal llegabas en tres o cuatro días máximo pero debido a los cambios que había hecho Daria al pequeño bote llegaría muchos antes. Ya a lo lejos se podía ver la isla que deseaba llegar, Ellenabeth debía recoger provisiones y descansar un poco, pero algo rodea su pensamientos.

- Debo no llamar mucho la atención lo mas seguro es que la información ya este circulando.- Pensaba ellenabeth que se encontraba de pie y brazos cruzados sobre el bote.- ahhh.... que problemas ahora debo tener cuidado- Decidía la joven derrotada.- Eso pasa cuando renuncias a ese estúpido titulo, Diablos..- Se quejo.

-Bueno no puedo hacer nada solo estaré de paso- Seguía hablando para si misma. Luego de pasar unos diez minutos la joven llego a tan esperado lugar y era como ella pensaba, barcos salían y entraban la gente del muelle se movía rápidamente descargando y subiendo provisiones a barcos piratas o no piratas,

Ellenabeth se tenso un poco pues veía un buque de la Marine sabia bien que si se encontraba con ellos no tendría piedad y acabaría. Su personalidad agresiva y terca saldría a la luz con ellos,y algo que siempre le había recalcado su contra aparte es que era una mujer de poca pacienciak, la perdía con facilidad su postura y mas sencillo de explicar una necia por naturaleza. Para así evitar problemas busco otra parte en donde poder anclar pues sabia bien que se quedaba hay todo terminaría en desastres.

Luego de un tiempo búsqueda, la chica anclo. La castaña recogía su cabello para así poder colocarse la capucha que traía su camisa debía ocultarse pues su rostro era muy reconocible ante esta isla y mas sabiendo que era una shichibukai, solo dejo algunos cuantos mechones e incluyendo a su rostro unos lentes para así intentar disimular su reconocido rostro.

Luego de un tiempo caminando la castaña llego al centro de la ciudad, un centro repleto de puestos de comida, ropa o objetos raros seguido de una multitud de gente, la joven se escabullía entre las personas pues algo que siempre aprendió debido a que era no muy alta era por eso escabullirse era fácilmente entre este tipo de multitud, pero algo no dejaria pasar su olfato y su estomago era aquellos dulces manjares que se veían en pequeño puesto.

Algo que tenia Ellenabeth y nunca dejaría pasar era la oportunidad de comer dulces eso seria lo ultimo que perdiera en la vida.

***

A las afueras de un restauran un joven moreno salia satisfecho pues había arrasado con toda la comida del local, pero aun así en su mano llevaba un fruta como ultimo bocado en el camino, el joven empezaba a caminar por las concurridas calles con su mochila en el hombro daba a entender que no era de aquí o como muchos de la gente que estaba en el lugar. pero lo mas extraños a quien se le ocurre andar por las calles semi- desnudo.
Pues él, ya que dejaba al descubierto su bien formado torso siendo así que algunas mujeres suspirar por el. Seguía a paso lento mientras disfrutaba de aquella fruta pero un leve murmullo le llamo la atención pues lo que escucho no le agradaba mucho siendo lo que era.

La marine había llegado al lugar a confirmar los rumores que cierto pirata buscado se hallaba en la isla.

El moreno le dio la ultima mordida a su fruta, para así acomodar su sombrero que adornaba su cabellera negra.
Un peculiar sobrero naranja que tenia como detalles dos extrañas caras.

***

La antigua shichibukai no dejaba de probar cada dulce que la señora del pequeño puesto le ofrecía, cada vez eran mas exquisitos para su paladar. Un paraíso de placeres para ella, pero el sonido de una marcha militar la sacaba de su placer pues sabia perfectamente que venia, debía salir cuanto antes pago su deuda y empezó a escabullirse de nuevo entre la multitud.

Lo IndeclinableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora