Lo Indeclinable

Capitulo 13

El sol brillaba con intensidad como igual el viento no dejaba de mover las copas de arboles el resplandor, no dejaba que unos ojos cafés viera el hermoso paisaje en que se encontraba. Intentaba abrir sus ojos para que se acostumbraran a la claridad pasado un par segundos sus ojos observan el paisaje. Dio un paso y pudo sentir la hierba en sus pies bajo su miraba a su cuerpo y noto como no llevaba su características botas y ropas la cual en cambio llevaba puesto una enorme camisa de hombre que le quedaba a la altura de sus muslos era perfecto como un vestido pero algo destacaba en aquella camiseta amarilla era el collar que Ace le había dado poso su mirada en su mano izquierda se haya aquel mismo guante negro que ocultaba su tatuaje.

¿Que diablos hacia en ese lugar? y porque estaba en esa condiciones de vestimenta, sin respuesta alguna se dispuso a caminar en busca de una solución pero no había daño cuatro pasos cuando escucho ¿un sollozo?. Afino su oído y volvió a escuchar el mismo sollozo no estaba muy lejos si podía escucharlo.
Le parecía de que era alguien pequeño lloraba dio unos cuantos pasos y una pequeña niña de ocho a nueve años estaba sentada cerca de unos de los tantos arboles alrededor, abrazaba sus rodillas y el sollozo se había convertido en llanto su cabello negro se desparrama por su hombros era negro aunque el resplandor del sol dejaba mostrar unos pequeños reflejos castaños claro.

Iba ha acercase pero algo la alerto un sonido que provenían de los arbustos, ocultándose detrás de un árbol para ver quien salia llevándose una sorpresa porque salia de aquellos arbusto un perro robusto, perfectamente musculado, de tamaño medio y longitud alta; su silueta elegante y de un porte armonioso su pelaje de un color gris con blanco pero algo llamaba la atención segura en ese perro no era su elegancia o porte era.... ¿Un bigote? si eso un bigote blanco adornaba su hocico.

Aquel canino llego a la pequeña que lloraba dio un leve chillido haciendo que la pequeña levantara el rostro. Ellen no pudo evitar sorprenderse pues por su mente pasaba la cara de Ace aunque recorrieran lágrimas y su tono de ojos eran cafés por una extraña razón el recuerdo de Ace apareció de la nada. EL perro acerco su hocico a la niña en un intento de consolación.

-Stefan..- Gimió. El perro aulló un poco para así sentarse frente a su dueña. - ¡Estúpidos mocosos!...- Exclamo con molestia la niña frunciendo su entrecejo.

Ellenabeth estaba sorprendía pues aquel rostro que había parado de llorar paso a uno malhumorado aquel modo de fruncir sus cejas al estilo Ace cuando pequeño, era la viva imagen de el pero en versión niña. Su pelo negro y alborotado y aquella pecas que le daban un toque de dulzura aun teniendo ese humor. Un Ace convertido en niña no no se lo creía del todo aun así tuviera ese mal genio cuando él era pequeño.

- Ne.. Stefan ¿Lo que dicen no es verdad?.. -Pregunto- ...Papá jamas haría algo como eso.. ¿Verdad?.- La respuesta canina solo fue un leve chillido. - No soy una aberración... Mama me quiere.. Aunque mi tío no visite mucho me quiere, Tia me quiere, y el abuelo igual.. Todos me quieren..- Susurro lo ultimo con tristeza.- O ¿no? ...-Otra vez volvía a recorrer lágrimas en sus mejillas pues no le agradaban esa idea. -¡Papá es estúpido!

Ellen sentía como su corazón de ahogaba en tristeza al escuchar el las quejas de la niña. Stefan solo aullaba y tocaba con el hocico las piernas de la niña. La castaña sin darse cuenta ya empezaba a caminar en dirección a la pequeña dando un paso el crujido del pisar de las hojas alerto de inmediato al can. Aquel elegante canino se levanto y empezó a gruñir y seguidamente unos fuertes ladridos que hicieron que Ellen diera un paso atrás, por su parte la niña de cabellos negros solo limpio su rostro lleno de pecas y se levanto.

-¿Quien demonios anda hay?..-Pregunto con fiereza la pequeña. Pues sabia perfectamente el comportamiento que tenia Stefan cuando alguien estaba cerca.