Amanecer

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No fui consciente de que estaba haciendo hasta que la boca comenzó a dolerme de tanto hablar,hasta que no pude sentir mi pierna derecha,hasta que mi trasero estuvo más frío que un iceberg.

No fui consciente de lo que estaba haciendo hasta que vi que debajo de  la cercada del mirador  aparecía una luz lila anaranjada con toques turquesas.

Había comenzado a amanecer.

Me levanté presurosa y fue como si un balde de agua fría se hubiera vertido sobre mi,pensé en lo preocupado que estarían mis padres,en la hora que sería,si la electricidad ya había vuelto,pensé en lo devastada que estaría al llegar a mi casa y no escuchar más su voz.

-Tengo que irme-Pronuncié fuerte y claro,para que lo oyera bien,para que no se atreviera a retenerme-

-No,no tienes.

-Por supuesto,mis papás deben estar preocupados,y si,ya me voy.

-Puedes llamarlos y decirles que estás bien y te quedarás un rato más,de hecho,diles que no volverás hasta la noche.

Reí por su ingenuidad,quedarme hasta mañana,por supuesto.

-Buenos días,un gusto haberte conocido Stephen Brooks-Estiré mi mano y en lugar de estrecharmela puso en mi palma su teléfono móvil-

Pensé rápido,su teléfono,ok,claro,para guardarme en sus contactos,vale,anoté mi número al comienzo con inseguridad y luego un poco más decidida,teclee An Cooper y se lo di.

-Perfecto-dijo antes de acercase lento hacía mi y besarme.

Me di la vuelta,y camine como si nada hubiera ocurrido,como si todo estuviera de lo más normal,era un día como cualquier otro,pero incluso antes de colocar la llave en la puerta de mi casa para ver a papá y a mamá romper en lágrimas frente a mi,en lo más profundo de mi ser,sabía que nunca me había sentido tan feliz.Era el efecto que tenía sobre mi.Era él.


Él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora