La vida persevera. De una manera u otra, la vida siempre encuentra la manera de continuar. La vida se aferra a la más mínima esperanza para seguir, no está dispuesta a rendirse tan rápidamente.
Te dañan tanto que no tienes ganas de continuar, a la vida no le importa, ella quiere seguir, sabe que tiene que hacerlo porque aún no ha cumplido aquello que le fue encomendado al principio de los tiempos.
Amas tanto que duele, a la vida no le importa si ese amor es correspondido o no, si ese amor es tóxico o si es bueno, no le interesa nada más que cumplir aquello que la mantiene viva, aquello que es la razón por la que se aferra a este mundo: el amor.
Tus pensamientos comienzan a ser tu peor enemigo. La vida lucha una de las batallas más duras, luchar contra ti mismo. La vida se va desgastando en cada batalla pero de pronto, una pequeña luz, casi imperceptible aparece, la vida quiere alcanzarla, lucha cada vez más por alcanzarla, persevera para conseguir su cometido y un día lo logra, vuelve a ver todo de color y en ese momento, descansa un poco, la tranquilidad la comienza a invadir pero sabe que no puede bajar la guardia porque todo puede ser una utopía.
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Redacciones comprimidas.
Non-FictionPensamientos encontrados en sentimientos revoloteados.