Capítulo 1: Un barco mugroso

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Capítulo 1

Un barco mugroso, un fantasma acosador y un monstruo destripado

Jane se despertó como de costumbre en estos días, con el pútrido olor a pescado pudriéndose y sal marina, el olor le llego hasta la medula, pero por fortuna luego del tercer día en el barco se había acostumbrado al olor, aunque claro cuando te cuelas en un barco pesquero no puedes esperar mucho. 

Ella siempre había odiado al mar, pero no le quedo de otra, entonces cuando supuso toda la tripulación se había dormido, salió de la caja donde se escondía. 

Se coló en la cafetería, cuidando de no encender las luces, conecto su celular a la corriente eléctrica, y reviso el refrigerador, como siempre ese tipo tan gordo había dejado su almuerzo a la mitad, probablemente para tragarse el resto en la mañana, pero por séptima vez seguida, su bolsa grasienta despareció "misteriosamente" del refrigerador y apareció vacía en la basura. 

El tipo ya había acusado a toda la tripulación por eso pero al parecer nadie le presto la mayor atención, rápidamente comió y bebió agua del grifo, el cual no tenía ni idea de cómo funcionaba en alta-mar, ni le interesaba, espero a que su celular se cargara, no mucho solo lo suficiente para que durara encendido otro día. 

Jane solo lo utilizaba para escuchar música y ver sus fotografías, no podía llamar a nadie, principalmente porque no había a quien llamar, no tenía familia, ni amigos propiamente dichos, los chicos por alguna extraña razón acababan detestándola en unos días, y las chicas siempre la habían envidiado, así que no, jane no tenía amigos. 

Cuando su celular se cargó lo suficiente, salió de la cocina y entro en la bodega, fue al baño que había ahí y cuando se disponían a volver a su caja, noto un brillo extraño en la ventana, miro por ella y la vio, LA ESTATUA DELA LIBERTAD, POR FIN HABÍA LLEGADO.

Jane entro de nuevo en la caja a esperar, en menos de una hora ya había llegado a un puerto, a ella no le importaba cual era, lo único que le importaba era que había llegado a la gran manzana y por fin tendría respuestas. 

Una vez el bote llego a puerto, el capitán salió para reportarse con el administrador del puerto y colocaron una rampa a la bodega para descargar la mercancía, una vez que la caja estuvo en el puerto Jane confirmo que todo adulto seguía ocupado, cuando no vio a nadie por los agujeros de la caja, la abrió, tomo su mochila y salió corriendo del lugar, en ese momento lo único que le interesaba era alejarse del "ebrio perdido" ¿bonito nombre para un barco no?. 

Pronto Jane se encontraba en las calles de la ciudad, Jane paso completamente desapercibida lo cual la molesto un poco, se miró en el aparador de una tienda cerrada y vio con horror su reflejó, su cabello estaba todo hecho nudos y desarreglado, en su cara se notaba que hacía días que no usaba maquillaje y su ropa estaba llena de grasa, y probablemente olía a pescado podrido y agua salada, parecía otra más de las indigentes de la ciudad, entonces se dijo "bueno primero lo primero, conseguir un lugar donde dormir, con baño" entonces camino, hasta encontrar lo que buscaba, un club nocturno.

Espero en el estacionamiento, viendo un montón de gente entrar y salir, hasta que vio justo lo que buscaba, era un chico de unos 22 años, se veía lindo, pero también tímido, traía unos grandes lentes y chaleco que gritaba "NERD" pero aun así.

Jane no se fijó demasiado en eso, se fijó en que toda su ropa parecía de buena marca, que abrió un auto que si bien no era un deportivo si era un último modelo y especialmente se fijó en que traía una cara que se notaba que esa noche no había tenido suerte, además siempre tuvo cierta debilidad hacia los nerds, entonces Jane se acercó por la espalda y le dijo con su voz más cortes -hola, soy Jane- 

El legado del olimpo: hijos de GreciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora