Capitulo 10: Un consolador asesino gigante

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Capítulo 10

Un consolador asesino gigante, los discursos de los líderes y el camino del dragón

Jane camino de regreso a su dormitorio, vio como la histeria se había apoderado del lugar, como algunos se quedaban viendo la fisura esperando a que algo horrible saliera de ella en cualquier momento, también vio que algunos corrían desesperados hacia sus dormitorios y algunos ya se estaban quitando su ropa "semi" formal para empezar a ponerse unas extrañas armaduras de batalla.

Jane mentiría si dijera que todas esas cosas no la atormentaban también, pero cuando el ataque llegara, que definitivamente llegaría, no había nada que hacer al respecto, obviamente el plan de Emily se había interrumpido a la mitad, talvez con algo de suerte los de naranja encontrarían todas las bombas y los de bronce arreglarían la fisura antes, era poco probable pero posible, así que lo único que Jane podía hacer era enfocarse en su principal meta, su venganza.

Para ello necesitaba encontrar las migas de pan y sabia donde talvez encontrar una, entro a su dormitorio y vio como muchos estaban nerviosos, algunos estaban llorando en algún rincón, pero la mayoría dejo de hacer lo que sea que estuviera haciendo para voltear a ver a Jane, algunos con algo parecido a gratitud y admiración, pero otros con miedo y resentimiento, Jane ignoro ambos bandos y camino hacia su propia habitación.

Val seguía acostado en su cama con la cara apoyada en la almohada, solo que ahora llevaba puesto su traje, y al parecer había estado llorando.

Cuando la hoyo entrar pregunto -¿Es cierto? ¿Era Emily?-.

Jane se sorprendió un poco de que la noticia hubiera llegado hasta la habitación del solitario, aunque quien sabe, tal vez Val estaba en la sala cuando la noticia se desato o algo así, ella responde seria –si-.

Val se estremece en su cama y Jane lo oye reprimir otro llanto, logra recuperarse y pregunta -¿murió?- Jane responde –aun no, intentaran salvarla pero solo por lo que puede saber- Val responde frio –entiendo-.

Jane se quitó su vestido y se puso ropa un tanto más furtiva y dijo –voy a salir un rato, si Rottenmeier viene dile que estoy en el baño o algo- Val respondió aun triste -de acuerdo-.

Jane abrió su ventana y dijo –mejor cámbiate de ropa por ahora, la cosa podría ponerse fea- luego saco un pequeño cristal de su bolsillo y lo puso en el piso, de él empezó a salir niebla que envolvió a Jane hasta dejarla invisible.

Mientras salía por la ventana alcanzo a oír a Val murmurar –ellas deben estar muy tristes-.

Los enormes ventanales de la oficina de la directora daban poco lugar donde esconderse, a menos que seas invisible claro.

Jane al acercarse noto que sus ventanas no tenían hechizo insonorizanté como las de la enfermería, supuso que se debía a que a la directora le gustaba oír todo lo que ocurría en el campamento o porque pensó que nadie estaría tan loco como para intentar espiarla, bueno se equivocó.

El legado del olimpo: hijos de GreciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora