Capitulo 15: La primera misión

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Capítulo 15

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Capítulo 15

La primera misión, el cambio de look y la jerarquía establecida

31 de octubre de 1935

En una noche oscura con varias nubes de tormenta a la vista una chica rubia de alrededor de 15-16 años vestida con una capa blanca con capucha camina por la pradera, ella llega a un claro en el bosque donde otras 4 figuras con capas negras la esperaban, en el claro había también cinco antorchas encendidas y en medio de estas había un pequeño retoño de roble recién sembrado.

La chica llega hasta ellos y todos se quitan sus capuchas, revelándose como 2 chicos, uno de cabello castaño y el otro marrón, y otras 2 chicas, pelirroja y de cabello negro, la pelirroja pregunta -¿te vio alguien?- la rubia niega y dice –mis padres están fuera, creen que sigo en casa- el chico pelimarrón mira su reloj de muñeca y dice -31 de octubre, 12 en punto... es el día y la hora-

La chica rubia se quita la capucha, revelando debajo una sencilla bata blanca, que dejaba a la vista su hinchado vientre de 2 o talvez 3 meses de gestación, ella se recuesta en el piso y la chica pelirroja dice –ho poderosa madre tierra, nosotros que oímos tu llamado venimos a recibir tus regalos, dándote a cambio parte de nosotros-

En ese momento saca de su capa una daga y con muecas y gemidos de dolor se hace una gran cortada en la muñeca y dice –he aquí la sangre- y la derrama sobre el retoño, luego señala al chico castaño y dice –he aquí el hueso- él se acerca y deja un diente en el retoño, la chica lo mira dudoso y pregunta -¿no será de leche o sí?- el abre la boca y se saca de dentro un algodón ensangrentado revelando el hueco de su muela, la pelirroja se estremece pero asiente.

Luego ella señala a la chica de pelo negro y dice –he aquí el cabello- ella sonríe y le extiende un mechón atado en un listoncito rosa, la pelirroja la mira amargada y dice –tiene que ser de raíz- la pelinegra se estremece y se agarra un cabello, pero la pelirroja toma su mano y con ella agarra un mechón entero, la de pelo negro pregunta conmocionada -¿enserio?- y la pelirroja contesta –si no lo das voluntariamente y no te duele darlo no es sacrificio maldita sea-

La pelinegra saca valor quien sabe de dónde y se arranca el mechón entero de raíz, después dice conteniendo las lágrimas –ahhhh, no saben cómo duele esto maldita sea- luego camina mareada hasta el retoño y por poco lo pisa pero al final deja el mechón ahí, la pelirroja señala al marrón y dice –he aquí la carne- el chico bajito y con lentes deja un trozo de carne en el retoño, revelando su brazo vendado con aun manchas de sangre, la pelirroja le acaricia el rostro y dice –sabía que tu no me fallarías- finalmente señala a la rubia y dice –y he aquí... al primogénito-

Esta no se mueve para nada y la pelirroja levanta la vista al cielo y cierra los ojos al decir –madre acepta estos regalos, y te suplicamos, bríndanos tus dones- los otros cuatro también cierran los ojos por unos 10 segundos... y no pasa nada.

El legado del olimpo: hijos de GreciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora