Together

Capítulo 13 Para eso están los hermanos.

Shailene

Llevamos exactamente seis horas andando.

Me duelen las piernas.

Me duelen los pies.

Solo quiero algo para comer y algo para beber.

Hemos encontrado trabajo también para Theo y para Miles, ambos trabajarán en una cafetería.

Yo por ahora no encuentro nada.

Pero ya solucionaremos eso por la mañana, por ahora no quiero preocuparme de eso.

El departamento está bastante bien.

Solo hay tres habitaciones dobles por lo tanto Theo y yo dormiremos juntos.

Estoy un poco nerviosa respecto a eso debido a mi pasado y demás, ya que a pesar de que seamos pareja y que hayamos aceptado nuestros sentimientos hacia el otro, sigo sintiendo ese tic de incomodidad dentro de mi.

Sé perfectamente que no me hará nada.

Pero no puedo evitar asustarme.

Es algo que ya llevo dentro de mi.

Por otra parte, Ansel y Zoë dormirán juntos también y Miles dormirá en la habitación que queda.

También tenemos salón, comedor, dos baños (uno para las chicas y otro para los chicos) y una cocina bastante equipada.

El departamento está amueblado por lo que no nos tendremos que preocupar de eso.

Mañana a primera hora iremos al supermercado a por comida.

Mientras los chicos están comprando los alimentos, Zoë y yo buscaremos trabajo y compraremos una que otra cosa que también nos hace falta.

Pero ahora me dirijo a la cocina.

Theo ya esta durmiendo en la cama, pero yo voy a por un vaso de agua.

No puedo dormir.

-¿Insomnio? -me preguntó una voz a mis espaldas.

La reconocí inmediatamente.

-No, solo no puedo dormir, eso es todo -respondí cogiendo un vaso del fregaplatos-, ¿tú?

-Sí. Desde que supe que existías no puedo dormir.

-¿Por qué? -pregunté dándome la vuelta y viéndole.

Ahora que le veo de cerca, se parece bastante a mi.

-No podía parar de pensar en donde estarías o que te estarían haciendo. Debes de tener bastantes preguntas sobre tus padres.

-Querrás decir que son tuyos. Yo no los quiero. Son las personas más crueles que he conocido.

-Yo tampoco los quiero. Desde el primer segundo que me enteré que estuvieron ocultándome tu existencia se desvaneció todo pequeño amor que había dentro de mi.

-¿A ti no te pegaban? -el negó pesadamente con la cabeza.

-Porque soy mayor.

-Eso no me aclara nada -respondí furiosa cerrando de golpe la puerta del frigorífico después de sacar la jarra de agua-, no me aclara absolutamente nada.

-Verás...lo que entendí es que solo querían tener un hijo, y que fuera varón. Pero supieron que tu venías en camino y que encima serías niña, por lo tanto, no te quisieron. Como ya sabrás intentaron abortar. O eso me enteré yo cuando busqué acerca de ti en el hospital. Yo veía a mamá embarazada, y me hacía muchísima ilusión tener una hermana pequeña, pero me dijeron que habías muerto en el parto. Ni si quiera me mencionaron que te tenían en la casa de al lado encerrada. Y ni mucho menos me dijeron todas las atrocidades que te hacía nuestro padre.

-¿Estaba en otra casa? -él asintió con la cabeza- Ahora todo tiene sentido...por eso casi nunca estaban en casa...

-Sí, mientras yo vivía en la otra casa y me daban amor, tú estabas en la de al lado soportando todo lo malo -hizo una mueca de disgusto-, créeme que me odio cada día al recordar como me creí todas sus mentiras. Todo eso que me decían que habías muerto o cuando yo como cualquier niño pequeño curioso preguntaba que quién vivía en la casa de al lado y ellos me decían que habitaba una familia con una hija loca. Me da tanta pena pensar que yo me merecía todo tu sufrimiento, pero que tú cargaste toda la culpa.

-No fue ni tu culpa ni la mía. Fue de ellos. Mejor será empezar de cero. Por lo menos ahora sabemos la verdad. Por cierto, ¿cómo me encontraste?

-He estado rehaciendo tus pasos desde que me enteré de tu existencia hace un año. Y por una casualidad de la vida fui al bar al que tu frecuentaste la última noche y por si acaso pregunté, ellos me dijeron que llamaron a la policía y que tu fuiste en la patrulla junto al que parecía tu novio y su amigo. Solo tuve que preguntar por ti en recepción de la comisaría y ya está.

-Me alegro de que me encontraras -admití abrazándole-, siempre quise tener un hermano mayor.

-Y yo una hermana pequeña. Prometo cuidarte siempre Shai. Siempre- dice devolviéndome el abrazo.

-Gracias.

-Para eso están los hermanos.