Capítulo 10~ Indulgencia

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-Mira que fuisteis desastres- Y empieza a reírse. Como ha estado haciendo todo el rato después de cada relato.

¿En serio? ¿Eso es lo único que se le ocurre decir?

-Te avisé de que era una historia rara...- Me sonrojo un poco por lo que acabo de decirle- ¿Verdad que no la catalogarías de "bonita"?- Marco las comillas en el aire.

-Bueno- Me dice con tono de aceptación- Bonita, lo que se dice bonita, vale. No lo es... Del todo. Incluso diría que fue tierna.

-¿Ti-tierna? ¿Y de verdad crees que fue mínimamente bonita?- Me sonrojo todavía más y aparto la mirada- Si tú lo has dicho: Fue un maldito desastre...

-Pero hay desastres que son bonitos- La vuelvo a mirar y ella me sonríe- Venga ya, fue algo doloroso, raro, precipitado y todo lo que tú quieras. Pero eso no quita que no fuese bonito. Frank fue un amor y ay- Se pone las manos sobre el corazón y suspira con enamoramiento- Tú tan predispuesto y avergonzado al mismo tiempo. Quieras o no fue bonito, maldita sea Gee- Cambia su expresión a una de seriedad y pone los brazos en jarras- ¿Es o no es?

-Bueno...- Le respondo alargando la última vocal- Te lo voy a dejar pasar porque eres tú... Aunque bueno- Sonrío de forma tonta- Es verdad que fue un amor conmigo... Y esa tarde estuvo muy cariñoso. Me sentí tan... No sé. Tan a gusto con él y con el mundo en general...

-Ay, Gerard enamorado- Hace de nuevo eso de dibujar un corazón en el aire.

-Déjame en paz- Me cruzo de brazos e hincho las mejillas como los niños.

-Ay, venga. No te enfades- Agacha la cabeza y me golpea en el hombro con ella repetidas veces hasta que la vuelvo a mirar- Cuéntame más, porfi.

-¿Qué quieres que te cuente ahora?- Deshago mis brazos cruzados y me callo, esperando su respuesta.

-Pues, en orden cronológico, algo que pasase después de eso. No sé. Alguna anécdota en la que intervengan tus amigos. Así me hago una idea de cómo se comportaban con vosotros delante.

-Pues ahora que lo dices...- Me muerdo los labios por dentro y después suspiro- Te voy a contar cómo fue la primera vez que quedamos con el resto del grupo después de empezar aquella extraña relación ya que...

-Espera, ¿no habíais quedado con ellos hasta entonces? Si me habías dicho que...

-Sí, lo sé- La interrumpo y me permito disfrutar de ello por un momento- Que muchas de las veces que quedábamos era con el grupito de por medio. Pero lo que te he contado hasta ahora pasó en un lapso de... No recuerdo cuánto, pero fue poco. Así que sí, lo que viene ahora va después de todo lo anterior.

-¡Sí! Eres facilón y viciosillo. ¡Me encanta!- Me sonríe, pretendiendo que yo también lo haga pero la respuesta que se me ocurre y la cara que le pongo dista bastante de lo que ella quiere que suceda- Bueno, da igual. ¿Sabes? Empiezo a echar de menos un bol de palomitas y...

-Cállate y atiende- Le digo cortante y ella levanta las manos en son de paz.

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Hacía un par de días que aquello había sucedido y la verdad es que me sentía un poco raro.

No solo por perder *pausa para respirar* mi virginidad anal, sino también porque las ganas de estar con Frank dejaban de ser ganas y se convertían en necesidad.

Se portaba tan bien conmigo y me demostraba un cariño tan peculiar que me hacía querer más. Y más a menudo. Hacía mucho tiempo que no me sentía así con nadie.

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