Capítulo 22~ Hablar

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Estuvimos saliendo con los amigos durante varios días. Todo bien la verdad, supongo.

Así como íbamos al Láser Game, había tardes que simplemente pasábamos al rato en la casa de alguien, viendo una peli o jugando a unos juegos de mesa muy raros que siempre traía Bob en su mochila.

-Pero espera, ahora que he llegado a la mazmorra... ¿Puedo atacar ya con las bolas de fuego?

-No, todavía no. Tienes que esperar a subir a nivel 7. Hasta entonces solo puedes usar el palo o el mapache enfurecido.

-Bob tío, es el juego de rol más raro al que he jugado nunca- Se atrevió a decir Frank.

-Eso lo dices porque vas perdiendo. Te advertí de que no cogieses como compañero al enano cojo, que trae demasiados problemas.

-¿¡Pero tú estás escuchando las sandeces que dices!?- Dijo Bert, lanzando sus cartas al suelo- La ballesta trucada, Gollum con tupé, el Sable que no pincha... ¿Hijo de Gandalf y Dumbledor? ¡¿A QUÉ MIERDAS ESTAMOS JUGANDO?! ¿¡QUÉ SON ESTOS PERSONAJES Y ARMAS!? ¡NADA TIENE PUTO SENTIDO!

-¡Has revelado tus cartas!- Gritó Jamia victoriosa- Ahora ya sé cómo derrocar a tu personaje. Que no te extrañe que la boca te sepa rara porque vas a morder el polvo.

-¿Pero tú te estás enterando de esto?- Le preguntó Amy, levantando una ceja.

-¡Claro! Mira, es mi turno- Cogió entonces el dado con tropecientas y pico caras- Un 13- Contó las casillas y se puso al lado de la figurita del personaje de Ray- Ahora ataco a su Lobo Subnormal de dos cabezas con mi Pistola de Rayos y acabo con su defensa- Sacó entonces las cartas y después Ray puso cara de fastidio.

-Maldita sea, Jamia. No me he tirado tardes enteras aguantando las clases de Bob sobre cómo jugar a "Drago-ness y manzanamorras" para que luego vengas a dejarme en la mierda- Y con su siguiente movimiento fue la segunda persona en abandonar la partida, sumándose sus cartas lanzadas a las de Bert en el suelo.

-Lo que te pasa es que te jode que sea la puta ama. Reconócelo- Y dicho esto, se lanzó para rascarle la cabeza con los nudillos- Eres un picado, pequeño Raymond.

Al cabo del rato se cansó de intentar fastidiarle, aludiendo que el afro no le dejaba incidir en el cráneo del chico. Pero le aseguró que terminaría de chincharle más tarde.

-Bueno, pues ya que no queréis jugar a esta maravilla del ingenio y el humor, sugerid vosotros algo que hacer- Sentenció Bob, lanzando también sus cartas.

Y entonces todos los demás hicimos lo mismo.

Una pena, tenía el Espejo roto de la Verdad y la Espada de la Empuñadura invertida.

Eran buenas cartas.

-Hoy ya se nos ha hecho tarde- Dijo Amy, mirando su pequeño reloj de muñeca- Mejor pensamos algo para otro día. He visto en las noticias que va a hacer buen tiempo el próximo sábado y habría que aprovechar.

-¿Seguro que es buen plan sacar a Gee al sol? Igual se derrite como los vampiros- Comentó Bert y después se rió de su propia gracia.

-Joder, directo al humor- Me llevé la mano al pecho, poniendo una mueca de dolor. Y después cogí una almohada del sofá de Bob y se la lancé a la cabeza.

-Bueno, es broma. Pero eh, no solo sirvo para el humor, a veces pienso y todo. ¿Vamos a la playa? Hace como dos años que no voy. Y somos dos con coche. Quizás nos salga bien y todo...

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