9

309 43 0
                                    

9:45 a.m

Calum hace percusión en sus piernas (ya que mamá le prohibió golpear su asiento nuevamente) y veo su perfil detenidamente. No hay nada que no me guste en su rostro.

Tiene el cabello revuelto y esta totalmente risueño. Ha dormido solo diez minutos luego de parar en la estación de servicio donde desayuno un croissant y un café negro.

Baby I Love You de los Ramones viaja por los auriculares a todo volumen. Diez minutos y llegaremos a New York.

Ashton no ha dejado mí casilla de mensajes en paz. Ya me ha enviado tres emojis de corazón y uno de guiño. Preguntó cómo fue que su amigo terminó conmigo y mi madre y no he sabido como explicarle el porque de mi invitación.

Hood me dejó viajar por su playlist y me he sorprendido bastante. Desde Usher a Tupac, pasando por Dead Kennedys y Crass.

Me ha cantado Hey Daddy luego de Can U Help Me. Simule tapar mis oídos en ambas pero tiene una voz muy bonita.

Jugó con mi cabello en varias ocasiones e hizo más trenzas de las que puedo contar. Esta hecho un desastre y muy enrulado pero según el estoy demasiado mona. No le creo porque luego de eso rió.

No es alérgico al tomate y ama los sándwiches de Agatha. Es un dato interesante que quería compartir.

-¿Pizza favorita? -preguntó-

-Pepperoni.

-¿Libro favorito?

-No lo sé.

-Si tuvieras un deseo, ¿que pedirías? -murmura mirando por la ventana-

-No quiero ser egoísta pero pediría viajar por el mundo.

Calum suelta una carcajada y me observa de costado. Parece concentrado y de repente me siento muy incómoda.

-Creí que ibas a decir paz mundial.

-No lo hice.

-¿Me llevaras contigo? -interrogó-

-¿A dónde? -pregunto-

-A viajar por el mundo.

-¿Quieres ir conmigo?

-Definitivamente -declaró-

Mantengo mi mirada en la suya y siento morir en el interior. Sin saber que decir, sonrío a comisuras apretadas.

-¿Quieren ir primero al museo o...?

Mamá suelta una risita luego de observar la situación aquí atrás. Por supuesto que Calum ni se inmuta. Solo ella reconoce cuando algo me tiene nerviosa.

-Necesito comprarme algunas cosas -balbuceó-

-Yo también.

-Bien. Ustedes vayan por sus cosas en lo que yo voy a hacer unos tramites.

Y así comenzó la travesía por las calles de NY donde Calum me llevó de la mano como a una niña para no perderme entre tanta gente.

11:56 a.m

-¿Esta? -pregunto-

Es la décima pollera que me pruebo y Calum sigue sin aprobar.

-Es muy corta.

-Como las anteriores -respondo-

La chica del mostrador ríe nuevamente. No logro entender si es que cree que somos novios o hermanos. Quiero golpearla.

-Exacto.

Vuelvo al probador y comienzo a desvestirme.

-¿Por qué no buscas un jean o algo menos revelador?

La voz de Calum se hace presente detrás de las cortinas y me asusto por un momento. En bragas, con frío y Hood a tan pocos metros se me hace imposible cambiarme de forma rápida.

-Define revelador.

-Solo busca algo que cubra más tus piernas -escupe sin rodeos- ¿ya te has cambiado?

-Sí.

Tengo el jean por las rodillas y la dignidad por los suelos. Ni siquiera me esta viendo y estoy con las manos temblorosas.

-¿Puedo entrar?

Hago maniobras peligrosas pero logro vestirme. Acomodo mi pelo y aclaro mi garganta.

-¿Para qué?

-Quiero hacer algo.

Siento un vuelco en el estómago y abro la cortina sin dudar. Luego de visitar la librería y comprar tres libros los cuales Calum no me dejo pagar, lo que menos pensé fue acabar en un vestidor con el a mi lado.

-La empleada cree que somos novios -susurra-

-¿Y?

Respondo en el mismo tono y suelta unas risitas traviesas. Tan cerca que las respiraciones se confunden.

-Tengo una idea.

suicide hotline • hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora