Sinsajo: No todo ha terminado.

Capítulo 16

-Dímelo tú- Respondo divertida- ¿No se supone que deberías estar cuidando a Seannie en vez de tomarte una gustosa siesta en la bañera?

-Tranquila preciosa, Seannie está con Peeta y yo no estoy tomando la siesta, estoy...

-Estás...

-¡Te encontré Tío Mitch!- Grita Seannie desde el marco de la puerta.

-Estoy jugando al escondite con Seannie, ¡Eso!- Contesta Haymitch excusándose de dejar a la pequeña con Peeta.

- ¡Claro! Y, ¿Desde cuándo se juega al escondite lleno de maquillaje?- Cuestiono de manera seria pero divertida.

-Humm, desde que ésta pequeña llegó aquí- Responde Haymitch, aún no estoy segura de que haya notado todo el maquillaje que tiene sobre el rostro.

-¿Cómo estuvo tú día pequeña?- Pregunto hincándome frente Seannie.

-¡D-I-V-E-R-T-I-D-I-S-I-M-O! - Dice Seannie con una gran sonrisa en su rostro.

-¡Oh! Y eso ¿A que se debe?- Musito llevándomela del cuarto de baño a mi habitación, dejando que Haymitch vea su maquillaje y de un gritito de espanto.

- Peeta y el Tío Mitch son muy graciosos, ahora entiendo porque los quieres tanto- A su pequeña edad, debo admitir que Seannie es muy inteligente y expresiva- Creo que tu bebé tendrá un gran papá- Poco a poco su tierna voz va bajando de volumen- Yo nunca conocí a mi papá, aunque mi mami dice que él siempre está conmigo, pero yo nunca lo veo.- Sus ultimas palabras, hacen que un huracán de recuerdos pasen por mi mente, veo a Finnick, su sonrisa, sus bromas, y , sus últimos minutos.

-Él está contigo, siempre, en tu corazón- Seannie se lanza hacía mi dándome una fuerte y caluroso abrazo- ¿Sabes? Yo conocí a tú papá, y con tan solo verte, lo recuerdo- La pequeña abre los ojos y deja ver en ellos una luz de emoción.

-Yo maquille al tío Mitch- susurra Seannie con una voz pícara- Lo hice cuando se durmió en la bañera- No cabe duda, Seannie es igual que su padre, le gusta hacer bromas- Al principio estaba con Peeta pero no vio cuando salí de la cocina, estaba muy entretenido con ese pavo, subí y recordé que antes de ello estaba jugando al escondite con el Tío Mitch, entré al cuarto de baño y lo vi recostado en la bañera, grite lo más fuerte que pude, pero él siguió durmiendo, entonces fue ahí cuando las vi, un pequeño bolso lleno de maquillaje, yo he visto muchas veces como Effie se maquilla, aunque dice mamá que antes parecía un bufón, fue ahí cuando el plan surgió, tomé el bolso y lo abrí regué el maquillaje para destapar un labial, por un momento, pensé en ponérmelo a mi, pero, después de un rato decidí ponérselos al Tío Mitch, creí que se despertaría pero no lo hizo, poco a poco fui encontrando más cosas con las cuales maquillarlo, cuando terminé, guarde todo como estaba y salí en silencio para reencontrarme con Peeta, él me llamo para darme unos deliciosos panquecitos, me preguntó por el Tío Mitch pero, no le dije nada, simplemente le dije: No lo he visto en un buen rato. Cuando acabé con esos panquecitos, ayudé a Peeta a preparar galletas, él cuidaba que no me acercara al horno, decía que podía quemarme, así que yo no me acercaba, hicimos galletas de distintas figuras, y yo hice una de un pequeño pez. Peeta me miró fijamente y me abrazo, yo hice lo mismo con él. Al separarnos él me preguntó que si iba al colegio, yo le dije que no, pero que me gustaría ir, después me pregunto si me gustaban las canciones, yo le dije que sí, entonces comenzó a cantar una divertida canción sobre un mamut grande, yo reí mucho y él también, después me cargó y me llevó corriendo a la sala, nos aventamos contra el sofá y contra los pequeños almohadones. Tiramos todo, cuando finalizamos el juego, nos quedamos mirando todo el desorden que habíamos hecho, decidimos que limpiaríamos después de comer una galleta, pero, creo que no comimos sólo una, nos comimos todas, terminando de comer íbamos a limpiar pero fue ahí cuando ustedes llegaron.- No cabe que Seannie es una pequeña traviesa.