Sinsajo: No todo ha terminado.

Capítulo 21

-¡Auch!- Grita Seannie- Eso me dolió un poco, tía Katniss

-Lo siento pequeña, te dije que no era muy buena en esto, haré lo posible por no volver a lastimarte- Lo admito, esto me ponía nerviosa. Mi mano presionaba fuertemente el mango del cepillo de cabello.

-Quien lo diría Katniss Everdeen "La Chica En Llamas" nerviosa por cepillarle el cabello a una niña pequeña- Exclama irónico Haymitch.

-Es más difícil de lo que crees- Y claro, no tiene ni idea- ¿Por qué no lo intentas tú?

-¡Oh! Pero claro que no preciosa, ya habrá tiempo para mí.

-Creo que ya está listo tía.- Repone Seannie, creo que no le gustó mucho la idea de que la cepillara yo- Ahora es el turno de Peeta ¿Estás listo ya?

-Por supuesto pequeña, ahora es mi turno- Peeta suena convencido de lo que va a hacer, algunas veces, me ha trenzado el cabello, al menos, tiene más experiencia que yo- Ven aquí.

La pequeña se acerca sigilosamente y se sienta en el regazo de Peeta. Le toma un poco de cabello en cada mechón, lo trenza e intenta acomodarlo, el movimiento de sus manos hace que me olvide del exterior, Effie y Haymitch hablan con Annie sobre su viaje de regreso. Me pierdo por un momento en la ventana, ahí, sobre el sauce, en la pequeña rama, veo parado un pequeño Sinsajo que curiosea en la ventana, mueve la cabeza de un lado hacía otro, me quedo callada solo viéndolo, recordando en lo que Cinna me convirtió, yo fui el Sinsajo, no, Yo soy el Sinsajo, con tan solo pensar en Cinna mi corazón siente una punzada, las lágrimas comienzan a apoderarse de mis ojos, de pronto la voz de Peeta me hace regresar a la realidad.

-¡Terminamos! Ahora estas lista Pequeña- La voz de Peeta suena emocionada, volteo inmediatamente a ver su creación. Mi mirada se centra en la cabellera de Seannie, la cual, hace unos minutos, estaba suelta, pero ahora, ahora puedo ver el mismo peinado que llevaba el día de la cosecha, el peinado que mi madre hizo, Peeta lo ha hecho en Seannie. Si hace un momento estaba a punto de soltar las lágrimas, este es el momento de hacerlo. Siento como mis ojos se cristalizan lentamente, para luego, soltar un ligero suspiro que hace que Peeta se dirija hacia mí. Abre los ojos al ver que estoy a punto de romper en llanto. Se acerca a mí, alejando a Seannie, quien está concentrada en el hermoso peinado que Peeta le ha hecho.

-¿Ocurre algo Katniss?- Pregunta Peeta al fin.

-No, nada, con el embarazo mis sentimientos están a flor de piel, y ver que has reproducido el mismo peinado que mi madre hacía, fue como la gota que derramo el vaso.- Contesto convencida de lo que estoy diciendo, o bueno, eso es lo que me ha dicho Effie, con el embarazo, los sentimientos afloran.- Ahora, creo que es tiempo de ver las compras que hemos hecho, ya que Seannie se ha dejado peinar.

-¡Sí! He hecho todo lo que me han dicho, así que merezco un premio.- La cara de la pequeña se ilumina al saber que por fin descubrirá lo que hemos comprado.- Yo quiero ver el primero.

-Claro que sí pequeña, seguro te encantará lo que trajimos.- Dice Effie tomando una pequeña bolsa que contiene un bolso color rosa chillante.- ¡Mira que monería es esto!

-¡Oh pero que lindo!- Exclama Seannie.- ¿Es para mí?

-Claro que sí pequeña, lo he comprado especialmente para ti, un pequeño obsequio- Responde Effie entregándole a Seannie la pequeña bolsa.

-Es muy lindo tía Effie- Contesta Seannie- Lo guardare en mi alcoba para usarlo cuando vaya al colegio.- Dicho esto la pequeña subió a su alcoba para hacer lo mismo con el "hermoso bolso".

Es lindo lo admito, podría servir para llevar unas cuantas cosas. Todo sería perfecto si no fuera de ese horrible color, si tuvieras que ir al bosque con ese bolso, serías una presa fácil, debido al chillante color, difícil de esconder.

Peeta, toma unas cuantas bolsas y cuidadosamente saca las compras. La ternura se refleja en su rostro al ver las pequeñas prendas que hemos comprado para el bebé.

-En verdad que son hermosas- Musita Peeta al fin.- No puedo esperar a ver a nuestra bebé metida en todas las cosas que han comprado.- La ternura me gana y no puedo evitar darle un fugaz beso en la comisura de los labios.

-¡Hey Chicos! Tranquilos, aún estamos aquí- Haymitch rompe el silencio que se había creado ante la salida de Seannie.

El comentario de Haymitch hace que me sonroje, Peeta me toma lentamente de la cintura y me sienta en su regazo.