Castigada.
Me habían castigado por casi quebrantar la paz y por haber salido sin permiso. No era una niña, pero me trataban como una. Me lo merecía, si Nate no me hubiera detenido alguna persona inocente habría muerto. Aunque ¿qué importancia podía tener? Sólo era un individuo más de la cadena alimenticia.
"Reglas son reglas" había dicho Charles en su largo sermón que dio junto a Andrea, la líder de los lobos en aquel lugar, o alfa como ellos decían, quien era una mujer alta y bronceada con cabello rubio platino de resortes y una voz muy potente. Al final no sólo yo me había metido en problemas, Nate también había sido castigado por llevarme afuera a sabiendas de que podía ser peligroso.
El castigo de Nate consistía en no poder salir del edificio, mientras que el mío era estar en la biblioteca todo el día acomodando montones y montones de libros polvorientos. ¿Lo peor del castigo? Que Jerome solía ir muy seguido a la biblioteca y se quedaba largos ratos leyendo ahí, ambos nos ignorabamos, pero no me evitaba sentir rabia cada vez que lo veía.Mi rutina había cambiado en sólo tres días, dormía se día, recibía clases de "Control" al atardecer y en la noche me encargaba de la biblioteca, seguía sin ver a los gemelos y cada vez me sentía más extraña conmigo misma y con mi nuevo entorno. Extrañaba la universidad y salir a tomar café en las tardes después de trabajar, pero ya no podía hacer eso, al menos no hasta tener un buen entrenamiento, porque era diferente, toda yo había cambiado y mi percepción del mundo también lo había hecho, mi cuerpo era diferente y mis gustos también.
Vampiro, eso era y según Charles no podía hacer nada para deshacerlo. Tendría que acostumbrarme a nuevas cosas y nuevas costumbres.
***
-¡Arriba!- exclamó Jade al ver que no me levantaba del suelo.
-Estoy muy cansada, seguimos mañana- dije jadeante.
-Vamos June, tu puedes- me animó Tash desde las tribunas, él y Sakura habían decidido ir a mi entrenamiento antes de que los tres fuéramos a la universidad.
-Jade, por favor- le pedí con una sonrisa.
-De acuerdo, pero mañana no te salvas de mí- aceptó mi entrenadora ayudándome a colocarme de pie.
-Gracias, nos vemos- me levanté caminando hacia las tribunas donde estaban mis amigos.
-Buen entrenamiento, June- opinó Sakura.
-Me venció muy rápido, aún no soy buena con las cosas físicas- admití encogiendome de hombros.
-Sakura era peor, es cuestión de práctica- dijo Tash recibiendo un golpe en el hombro, cortesía de Sakura.
-No es justo, ustedes llevan cinco años, yo sólo llevo un mes- me quejé.
-Lo cual no es mucho tomando en cuenta que eres inmortal y todo eso- se bufó Tash.
-Técnicamente no somos inmortales, pero algo así- opiné.
-June, mejor hay que irnos- dijeron ambos a la vez.
Los gemelos se hicieron cargo de mí después de que mi castigo terminó, y me vigilaban en la universidad porque Charles les había indicado vigilarme, parecía temer que me saliera de control y no lo podía culpar después de lo que había pasado con Nate, por eso mis entrenamientos físicos y psicológicos eran duros, o eso me decían ellos. Una vez creí que intentaban evitar algo en mí, pero de inmediato descarté esa idea de mi cabeza.Los gemelos se fueron a su clase de Lenguaje dejándome caminar por los pasillos del campus en mi hora libre, porque el profesor de Análisis a la Literatura había faltado, y habían hecho mucho énfasis en que tuviera control, aunque no era la primera vez que estaba sola rodeada de humanos después de convertirme en vampiro.
Fui a la biblioteca para seguir poniéndome al día con los estudios, después de faltar un largo tiempo sólo me quedaba un examen por presentar y debía estudiar, la bibliotecaria estaba sumida en revisar su computadora y el reflejo de la pantalla podía verse en sus viejos anteojos. Pasé en silencio y me dirigí al área de libros de literatura, la cual estaba muy solitaria, a diferencia de la de matemáticas. Buscaba entre los libros cuando algo me empujó haciéndome chocar con brusquedad en uno de los estantes.
Cayeron unos cuantos libros mientras yo me levantaba del suelo, un terrible olor atacó mis fosas nasales, era putrefacto y me hizo estornudar, no era un hombre lobo, por que ya me había acostumbrado a su olor además de que era muy diferente, era algo más.
-Un placer verte, June- dijo Dylan frente a mí.
Era el mismo Dylan que había conocido siendo humana, pero ya no era humana, y él tampoco. Mi sangre hirvió de furia, él casi me había matado además de que era un demonio, y los demonios y vampiros se odian, o eso tenía entendido.
-No puedo decir lo mismo- dije y le dediqué una mirada de odio. Él había hecho que todo en mi vida cambiara, y lo pagaría caro.
-Te ves bien, creo que ser vampiro te resalta- comentó con una sonrisa socarrona.
Mis colmillos se hicieron visibles como dos cuchillos buscando algo que acabar.
-Te voy a acabar, tú me cambiaste- gruñí.
-Calma, pequeño murciélago. Sólo vengo a darte un mensaje- dijo caminando de un lado a otro.
-¿Un mensaje?- pregunté calmando mi furia.
-Un mensaje, por supuesto. Sé que Charles te ha estado vigilando y sé que le podrás dar un mensaje por mí.
Salté sobre él pero choqué contra el estante que estaba paralelo, volteé furiosa y me encontré con la mirada de burla de Dylan.
-No huyas, cobarde- dije con furia.
-Dile a Charles que los demonios nos hemos unido a Ava, y que se prepare para lo que viene- dijo sonriendo y comenzó a alejarse, así que lo seguí-. Nos vemos luego, pequeño murciélago.
Y de la nada, desapareció. Se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, dejándome llena de furia y confusión.
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Al Rojo Vivo © [Pausada]
VampireDe seguro has escuchado de ellos, todos piensan que son leyendas, pero existen. Criaturas sobrenaturales que andan entre nosotros y que no distinguimos, o que simplemente no podemos ver. Una vez que los conoces no hay vuelta atrás, o te unes a ello...