La sangre era dulce y todo mi cuerpo me agradecía cada trago, me hacía sentir mejor después de casi morir en manos de aquel psicópata de Jerome, por suerte Charles estaba ahí para ayudarme, y después de eso me había llevado a la cocina, donde me dio un envase cilíndrico indicándome que debía clavar mis colmillos y succionar la sangre. Al momento de oler la sangre pude notar como mis colmillos superiores crecían, y una vez que terminé de succionar toda la sangre del recipiente habían vuelto a la normalidad. Según Charles necesitaba más práctica para aprender a controlar aquello.
Charles se retiró dejándome en la cocina, y cinco minutos después un olor algo agrio me hizo estornudar.
-Salud- dijo un chico pelirrojo entrando a la cocina.
-Gracias- respondí y me di cuenta que el olor agrio provenía de aquel chico-. Disculpa, ¿quién eres? ¿por qué tu olor me irritó la nariz?
Él pelirrojo rió.
-Veo que eres nueva- respondió sonriendo con diversión-. Soy Nate, Nate O'Grady, un hombre lobo, por eso tu nariz se irritó, a pesar de que vampiros y hombres lobo convivimos en paz no podemos evitar cosas así al principio.
¿Hombres lobo? Así que los demonios no eran los únicos seres sobrenaturales a los cuales se había referido Charles.
-Oh entiendo- asentí y luego lo miré sorprendida-. ¡Eres Nate O'Grady! ¡No puedo creerlo! Soy tu fan.
-Gracias, un gusto conocerte chica vampiro- respondió él.
-Soy June.
-¿Cómo el mes?- ambos reímos, siempre me había parecido gracioso aquello-. Y dime June, ¿por qué decidiste ser un vampiro?
-Yo no lo decidí, decidieron por mí- suspiré. No había visto a Sakura y Takashi desde aquella noche, tenía varias quejas que decir.
-Déjame adivinar, viste a tu mejor amiga alimentándose de alguien y para que no tuvieras que morir te trajo acá y te convirtió ¿estoy en lo correcto?
-Te has equivocado- él me miró sorprendido-. Había un chico lindo...
-Siempre lo hay- bromeó y reí.
-El chico lindo se quería comer mi alma, mis dos mejores amigos me salvaron poniéndose en evidencia y aquí estoy.
-Genial- sonrió y miró al techo un momento metiendo sus manos en los bolsillos de sus vaqueros-. ¿Quieres salir un rato? Sé que es tu primera noche y que deberías quedarte acá, pero nadie se va a enterar.
Él sonreía de manera burlona, y quitando el hecho de que su olor aún no era del todo agradable me caía bien, además de que era Nate, ¡Nate O'Grady de La Hora de Nate!. Así que acepté.Veinte minutos después corríamos por una colina de los al rededores, el aire fresco se sentía muy bien, y mis piernas agradecían poder correr un poco, aunque Nate era más rápido.
-Vamos chica vampiro, logra alcanzarme- me retó Nate corriendo hacia una arboleda.
Sonreí intentando alcanzarlo, pero era muy veloz, tal vez sería la única vampiro que no podía correr rápido, aún así lo intenté, me concentré en que tenía que ser rápida y antes de darme cuenta estaba alcanzando a Nate, quien a pesar de todo me ganó al llegar primero a la arboleda, no se veía cansado, ni parecía haber hecho mucho esfuerzo, y yo tampoco estaba cansada, pero la gotas de sudor que corrían por mi cuerpo dejaban claro el esfuerzo.
-Nada mal para ser novata- comentó Nate.
-Gracias- hice una reverencia de agradecimiento y él rió.
Me hizo una señal para que me quedara en silencio y se apartó un poco, soltó un pequeño gruñido que sonó muy parecido al de un perro y retrocedi alarmada mientras veía claramente como su boca se alargaba un poco pareciéndose a un hocico con dientes filosos, su ojos pasaron de ser verdes a ser de un naranja brillante y sus orejas se volvieron puntiagudas, y peludas. De verdad era un hombre lobo.
-¿Qué te parece?- preguntó con una voz más grave.
-Es... impactante, ayer ni siquiera creía en los hombres lobo y ahora estoy frente a uno- dije asombrada.
-A veces las cosas que creemos falsas son más ciertas que nosotros mismos- respondió volviendo lentamente a su forma humana.
Entonces la olí. Sangre. Mi garganta comenzó a arder y mis colmillos se alargaron, quería beberla, y sabía que si podía olerla no estaba muy lejos. La sed comenzó a invadirme.
-Necesito... Quiero- balbuceé caminando al lugar de donde provenía el olor.
-June, ¿qué pasa?- preguntó Nate siguiendome el paso.
-¿Qué no lo hueles? ¡Es delicioso!- exclamé y salí corriendo en dirección a mi próxima comida.
Quería con desesperación esa sangre, olía tan deliciosa que no podía resistirme. Corrí más rápido que antes, sólo tenía que atravesar la otra colina y llegaría a mi objetivo, nada podría detenerme.
Sangre.
Sangre.
Deliciosa sangre.
No podía pensar en otra cosa.
Hasta que algo cayó sobre mí, o alguien mejor dicho. Nate estaba sobre mí mostrando ese hocico con dientes filosos y amenazantes, intenté quitármelo de encima, quería sangre, pero el no me dejaba y las largas garras en sus manos me lastimaban las muñecas.
-¡Quítate!- exclamé furiosa.
Él gruñó con fuerza.
-¡Tienes que calmarte!- rugió.
No le hice caso, seguí luchando para liberarme pero nada parecía funcionar, hasta que mordí su brazo y aulló de dolor, fue la oportunidad perfecta para escapar, y casi lo logré, pero un fuerte dolor en brazo derecho me lo impidió. El ardor en mi piel era horrible, ¿así se sentía quemarse?.
-Lo siento, no me dejaste de otra- dijo Nate y retiró sus manos de mi muñecas, revelando el anillo de plata que tenía en el pulgar ¿de dónde lo había sacado?.
Chillé de dolor en el césped, el olor de la sangre había sido reemplazado por el horrible olor de mi piel quemándose, Nate me cargó colocandome sobre su hombro, si que tenía fuerza.
Jamás debí aceptar salir con un hombre lobo, y pagaba mi crimen sintiendo un terrible dolor.
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Al Rojo Vivo © [Pausada]
VampirDe seguro has escuchado de ellos, todos piensan que son leyendas, pero existen. Criaturas sobrenaturales que andan entre nosotros y que no distinguimos, o que simplemente no podemos ver. Una vez que los conoces no hay vuelta atrás, o te unes a ello...