Nueve: Creo en mí.

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En la habitación sonaba Ride de Lana

Y de Repente quise ser como ella.

Y También como otras tantas personas.

Porque no me gustaba ser yo.

Entonces vi mis muñecas

Y quise hacer algo con ellas.

Pero no pude

Porque la radio había cambiado de canción.

Ahora sonaba warrior de Demi.

Y ella siempre hablaba de ser fuerte.

Y entonces quise serlo.


En mi infancia siempre fui sonriente.

Mi Cabello se movía al compás del viento.

Cuando papá me llevaba a jugar al parque.

Y podía ver el universo desde sus hombros.

Porque era su princesa.

Y el siempre estaría para protegerme.


Cuando era pequeña

Nunca me importo el color de mis ojos

Ni tampoco el color ni la forma de mi cabello

Y mucho menos cuanto pesaba

O si mi cintura era perfecta.

O si tenía la sonrisa más blanca.

Porque era una niña.

Y a los niños no le importan esas cosas.

Porque ven con el corazón.


Cuando comía mi cereal.

Elegía los rojos.

Porque me gustaban más como lucían.

Y también como sabían.

Le decía a mi madre que no me sirviera del verde

Porque eran los más feos de la caja.

Y no me gustaba como lucían.

Ni tampoco como sabían.

Cuando hacia eso nunca pensé.

Que la vida fuera como ese tazón de cereales.

Y ahora yo era el color verde.


En una navidad le pedí a papá una muñeca.

Y él me dijo que la compraría.

Fue cuando me llevo a la juguetería.

Y yo estaba muy contenta.

Papá me dijo que eligiera una.

Y La señora de la tienda me enseño dos.

Una era de trapo y otra eran la que pasaban en los comerciales.

Coleccionista de HistoriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora