Nathan empieza a entablar una conversación con la tal Samanta, me dan ganas de levantarme y gritar ESTOY AQUI! Desde que ella a entrado por la puerta se ha olvidado de mi existencia, me altera el echo de como Nathan a perdido el juicio, coquetea descaradamente con ella, le toca un brazo, pone un mechon detrás de su oreja... ella se limita a morderse el labio y a pasar una mano por su pecho mientras con un tono infantil y jugueton lo seduce haciendo que Nathan parezca comersela de un momento a otro.
La tal Samanta es alta, su pelo rubio ondulado cae por sus hombros llegando a sus caderas lleva un jersey pegado, con un escote que no deja nada a la imaginación, unos pantalones entallados y unos tacones que le proporcionan la estatura justa para estar a la misma altura que Nathan. Comparndome a mi con ella me hace sentir estúpida, suspiro y vuelvo la mirada a la tele donde hacen un documental sobre el Tigre.
15 minutos después, ellos han subido a la habitación provisional de Nathan y solo se escuchan las risas estruendosas de Samanta, ruedo los ojos mientras muevo mi pie con impaciencia, me esta poniendo de los nervios sin saber por que. Derrepente todo es silencio, frunzo el ceño y cuando estoy apunto de subir arriba para ver que hacen la casa se inunda de gemidos de placer, aprieto los puños, como se puede ser tan... ugh! El poco aprecio que le había cogido se a esfumado al escuchar los gemidos de esa gata en celo. Bajo las escaleras rápidamente cojo mi abrigo y salgo de casa cerrando dando un fuerte portazo, guardo mi movil en el bolsillo después de contestar algunos mensajes de Lauren y Karen preguntandome porque no habia dado señales de vida desde la fiesta de la otra noche, habia decidido no contarles nada, confiaba en ellas pero era algo no agradable que preferia no contar.
Empiezo a andar por un parque que esta a solo unos 100 metros de mi casa, mis pies pasean sin rumbo y me encuentro sumida en mis pensamientos, ¿Nathan la ha invitado? ¿como sabe que temporalmente vive ahi? ¿será su novia?... Maldita sea no puedo dejar de pensar en lo sucedido no entiendo porqué, cada minuto que pasa tengo mas ganar de entrar en casa y echar a esa, prefiero no decir el adjetivo, chica de mi casa. Mi casa! Como se puede ser tan rastrero de tirarsela en mi casa?! Cierro los ojos un segundo y al abrirlos mi cuerpo cae al suelo al sentir el impacto de otro cuerpo contra el mio, suelto un quejido de rabia.
-Oh lo siento- alzo la vista encontrando me con un chico de mi edad, un año mas quizás, que me mira con cara de arrepentimiento. Me tiende una mano y me levanto con su ayuda.
-Tranquilo estoy bien- Es guapo, sus ojos son azules y el pelo castaño, tiene la tez blanca y su piel parece muy suave.
-Emmm...¿Hola?-pasa una mano por mi cara, me había quedado mirandolo por demasiado tiempo y se le ve un poco incomodo.
-Lo siento, estaba en otro mundo- digo sonrojada y el sonríe recogiendo su skate del suelo-
-No importa- suelta una pequeña risa y luego me mira- Te invito a un chocolate caliente.
-Oh no -niego timidamente- debería volver ya a casa y...
-Vamos te acabo de tirar al suelo, dejame arreglar mi idiotez del día- hace un puchero para convencerme, "Seguro que Nathan esta pasando un buen rato, porque tu no?", miro al chico que espera mi respuesta y sonrió.
-Vale- asiento- pero también ha sido mi culpa por no ir atenta -sonrio- no hace falta que me invites- empiezo a andar a su lado.
-¿A caso no ves que quiero invitarte?-alza una ceja mirandome y me sonrojo.
-¿Algo así como una cita? -murmuro.
-Si eso es -ríe y yo me limito a mirarle, su sonrisa es muy adorable, parezco psicópata seguramente, gracias a quien sea por hacer que chochara conmigo-Una libra por saber lo que piensas-me mira e instantáneamente mi sonrojo augmenta-Aumento a 2 ese sonrojo me gusta.
-Oh callate! -río y golpeo levemente su hombro- Por cierto soy Allison
-Thomas -sonríe - vamos por aqui -agarra mi mano y me guía hacia una calle estrecha pero muy iluminada, nunca habia estado aqui, creía haber recorrido toda la zona cercana a mi casa pero por lo que veo no, recorro toda la calle con la mirada mientras Thomas sonríe mirando al frente.
-Vives aqui? -le pregunto y el asiente.
-Vivo en la casa del fondo, ahora deja las preguntas quiero mi chocolate -asiento sonriente y el me lleva a una cafeteria en el centro de la calle, la miro analizandola, parece muy acojedora y el escaparate esta llenos de dulces con muy buena pinta-Pideme lo que quieras -niego levemente, obviamente no queria aprovecharme de el, Thomas me mira, se queda observandome y sonríe yo frunzo levemente el ceño extrañada, al darse cuenta de lo que hacia murmura un "disculapa" y entramos en la cafeteria.
Thomas va a pedir mientras yo encuentro una mesa libre en el pequeño local, me siento y a los 5 minutos regresa con una bandeja con chocolate caliente mas algunos dulces, mientras comemos nos empezamos a conocer, me explica que quiere estudiar para ser medico pero sus padres quieren que sea abogado, pasamos mas de dos horas hablando, para mi es como si hubieran pasado solo 10 minutos, Thomas es encantador y muy tímido, empieza a oscurecerse asi que me acompaña a casa y cuando estamos en la entrada de mi casa lo miro.
-Gracias por todo Thomas- sonrio, realmente estar con el había conseguido que me olvidara de Nathan...
-De nada Allison, ha sido un gusto haber chocado contigo- se rasca la nuca, muerdo mi labio nerviosamente y beso la comisura de sus labios.
-Toma me encantaría volver a verte -apunto mi numero en su mano- Si quieres puedes llamarme cuando quieras -lo miro y le devuelvo el bolígrafo que me ha prestado
-Tranquila te llamare -me confirma y mi sonrisa se ensancha- Adios Allison -deja un beso en mi mejilla y se da la vuelta desapareciendo poco después de mi campo de visión.
Miro la puerta de mi casa y me preparo mentalmente para volver a ver a Nathan.
Entro en casa, lo veo con el ceño fruncido y cruzado de brazos detrás de la puerta principal.-¿Quien era ese?-me mira duramente y yo ruedo los ojos.
-Thomas -paso por su lado y dejo mi chaqueta en el salón
-¿Y que hacías con ese a estas horas?-me sigue
-A ver, 1 son las 19:30 de la tarde, 2 Hago lo que quiero cuando quiero y 3 Estaba con el intentando olvidar vuestros traumáticos gemidos! -me giro después de hablar y veo como intenta contestarme, pero sabe que diga lo que diga, lo que ha echo esta tarde ha sido marcarse un billete a la isla del cabreo.
-Lo siento, quizá no debería haber...-lo interrumpo antes de que termine.
-Guarda tus disculpas para quien las quiera escuchar vale? -subo a mi habitación y cierro antes de tumbarme en la cama y gritar de frustración con la cara esccondida en la almohada.
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Mi perdición
Teen FictionAllison Smith, debe quedarse sola en casa durante 3 meses porque sus padres han tenido que irse a Estados Unidos por negocios familiares. Allison creía que sería el mejor verano de su vida, hasta que se entera de que sus padres han enviado al hijo d...