CAPÍTULO 6

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Dejame ayudarte yo te hare sentir mejor, hare que tu dolor termine tal y como tu deseas Angie, solo debes dejarme ayudarte...

Desperté a media noche la luna estaba a su máximo esplendor, era una hermosa luna llena, me levanté del suelo y me dirigi a mi cama, puse mi celular encima de la pequeña libreta que mi mamá me había dado, me metí entre las cobijas y me dormí otro rato.

Al despertar estaba con ánimo, decidi, dirigirme a mi ropero y sacar un vestido morado pequeño y esponjoso junto con una capa negra, fui hasta donde estaba la navaja la limpie y la volvi a guardar en su lugar, luego me dirigi al baño de mi cuarto, me quite la ropa del dia anterior la puse en un cesto, luego decidi darne una larga ducha, el agua estaba tibia, perfecta a mi parecer, comencé a ver mi brazo izquierdo esta vez me habia pasado me ardia mucho, habia perdido mucha sangre, por lo que me deberia sentir agotada pero esta vez no, estaba feliz, ( aúnque talvez eso era lo que me hacía feliz, no podia razonar bien), despues de una larga ducha sali del baño con el vestido ya puesto y abrochando mi unico botón de la capa, me dirigi al espejo, agarré el peine y comencé a cepillar mi largo cabello negro, una vez que termine, decidi tender mi cama, estaba con mucho animo, decidi que debia arreglar las cosas, no podia dejar que las cosas continuaran asi pues acabaría muriendo ya sea por falta de alimentos o las cortadas que me hacia, cerre la puerta de mi cuarto, baje por las escaleras hasta llegar a la cocina.

Guarde toda la comida que habia traido, menos la leche y un cereal, busque un plato y me servi un poco de ambos en el, una vez que termine me dirigi al lavabo, lave rápidamente lo poco que habia usado y lo deje secando al lado del lavabo, la cocina estaba muy limpia y arreglada cada cajón y alacena estaba muy bien acomodada y limpia.
Luego me dirigi hacia la sala, específicamente hacia los CD mi vista se enfocó en uno de mis discos favoritos:
Good Charlotte saque la caja de los demás, limpie el poco polvo que tenia y lo puse en la radio pulse en boton para que reproduciera mi canción favorita:
The world is black lo puse al maximo volumen mientras la canción sonaba en todo la casa yo me decidi ha hacer algo que jamás crei hacer de nuevo.. Entrar a los cuartos y arreglarlos, después de todo ellos ya no estaban y ya no regresarian, si los dejaba asi solo me traíria malos recuerdos, asi que puse manos a la obra y subi corriendo las escaleras, llegue al pasillo que habia en la segunda planta, a la izquierda habia un cuarto al fondo, es el cuarto que alguna vez fué para huéspedes, no fué necesario entrar en el pues sabía que estaba en orden, a la derecha de ese cuarto habia una puerta blanca con perilla dorada era el cuarto que estaba junto al mio, el cuarto de mi hermano, al lado derecho de mi cuatro estaba el baño. Donde de ahi solo habia dos cuartos más, uno al cual nunca habia entrado y el de hasta el fondo el cual recordaba perfectamente y se podia ver desde las escaleras: "El cuarto de mis padres".

Animada aún por la canción decidi comenzar por la izquierda el cuarto de mi hermano...

Eterno dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora