Capítulo 5

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-Buenos días hijo

-Buenos días

-¿A qué hora regresaste anoche?

-La... la verdad no lo sé, solo llegue y me dormí...

-¿Tomaste?

-No mamá

-Es que, te veo raro Donghae ¿Paso algo?

-Mucho mamá, paso demasiado

-¿Qué quieres decir con eso?

-Nada... debo ir a la escuela -Donghae se puso de pie, tomo su mochila y salió de su casa

Después de haber huido de aquel lugar, lo único que pensaba era en lo que había hecho y en lo fatal que se sentía. HyukJae era demasiado especial, se sentía mal... triste, pero ¿Por qué? Es decir... ni siquiera le caía bien a Hyuk por todo lo que le había hecho. Es cierto que estaba al tanto de los sentimientos de Hyuk hacia él, eso es lo que aún le daba confianza. Pero... ¿Y si HyukJae se cansaba de él? Con esos pensamientos Donghae siguió caminando intentando dejar de pensar en todo lo que había ocurrido la noche anterior, moría de sueño ya que no había podido dormir bien. Cuando lograba dormir, el recuerdo de aquel chico llegaba a su mente y comenzaba a revivir aquella escena. Estaba comenzando a desesperarse, pero no porque aquel bailarín apareciera en sus sueños, sino porque era eso... un sueño, siendo que él deseaba fuera realidad.

Al llegar a la escuela dudo mucho si entrar o no... no tenía ganas de nada, además no iba tan mal en la escuela y jamás había faltado. Estaba decidido, por ese día no entraría.

Camino por varios minutos pensando en todo lo que había pasado, sin darse cuenta llego hasta una colina que se encontraba cerca de un parque, arriba de aquella colina había un gran árbol, sus hojas eran tan verdes, cuando el viento soplaba las ramas de aquel árbol se movían en armonía, el sonido que salía de ellas relajaba de tal manera que aquel árbol seducía para ir a él y recostarse un momento. Donghae cayó ante la tentación de recostarse bajo aquel árbol, rio a sus adentros con ese pensamiento ¨Seducido¨ se estaba haciendo costumbre que le pasara aquello. Al llegar se percató de que había alguien más acostado, solo pudo darse cuenta de que era un chico ya que estaba completamente tapado con una sudadera, además de eso, diviso a un perro alejándose con algo en el hocico, no alcanzo a ver muy bien que era, pero seguro no era importante. No tomo demasiada importancia a aquello y se recostó algo alejado de aquella persona, saco su iPod y se colocó los audífonos. Después de un pequeño tiempo Donghae se giró hacia un costado quedando frente al chico y cuando vio el rostro de aquella persona, su corazón bombeo más rápido... HyukJae, su chico nerd, la persona que a cada momento estaba en sus pensamientos, el chico al que molestaba... estaba acostado frente a él. Donghae se arrastró hasta estar más cerca de él. Al llegar, vio como HyukJae dormía plácidamente. Sus facciones eran tan finas, su nariz recta y delgada, sus labios carnosos y rosas, sus ojos, esas pequeñas arruguitas en las orillas, su mandíbula. No llevaba esos grandes anteojos que escondían esa bella mirada. Donghae alzo la mano y con el dedo índice comenzó a definir cada parte del rostro del chico frente a él, empezando por su frente, después sus ojos y bajando poco a poco por su nariz hasta llegar a sus labios, donde paseo su dedo percibiendo lo suaves que eran. Lo quería con él, ya no iba a aguantar más tiempo y menos con lo que acaba de pasar. No soportaba la idea de pensar en dos personas, aunque HyukJae era quien reinaba en su mente, corazón y alma, el bailarín estaba entrando más y más en su cabeza.

Donghae vio la relajada respiración de HyukJae, al verlo tranquilo, durmiendo alejado de todo lo que pasaba a su alrededor, se dio cuenta de algo... por nada del mundo quería que HyukJae tuviera que pasar por preocupaciones, claro... obviando lo de molestarlo en clases. Pero eso iba a cambiar, Donghae tomo esa decisión, regreso al rostro de HyukJae, se acercó más y más a su rostro, poso sus labios en la mejilla de HyukJae y lo beso. Donghae sintió un calor apoderarse de su corazón. Amor... ¿Seria eso? Si la respuesta era si, Donghae definitivamente cambiaria algunas cosas a partir de ese momento.

Tu secreto, mi secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora