Serendipity.

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La sesión de fotos era un completo desastre según Stefanya y Flavio, quienes estaban frustrados y hasta el cuello con tantas quejas: 'esta muy fría', 'me congelo', 'mi cuerpo se duerme', era una osadía en definitivo, ninguna resistía ni más de cinco minutos dentro del agua.

- Esto es un desastre. Charity, métete al agua y demuestra que puedes hacerlo mejor que todas estas niñas. - ordenó su madre mientras hacia una mueca de desprecio a las demás.

Sintiendo las mismas miradas por parte de sus 'compañeras' de trabajo, Charity caminó hasta la orilla de la piscina y dejo caer la bata a sus pies para luego bajar por las escaleras que la conducían poco a poco hasta el agua con una variedad de hielos, pequeños y grandes, un metro aproximadamente de grandes. Sentía frío, no lo negaba, sólo que el deseo de no ser humillada por su madre frente a todos y el querer demostrar que era mejor que las demás era más fuerte que su debilidad a lo helado... Sólo respiró profundo y olvido que estaba en una piscina con miles de hielos.

- Perfecto, darling... Demuestra tu talento. - indicó Flavio mientras tomaba con ambas manos, su cámara que estaba sujeta a su cuello con un listón negro que ella misma traía.

Sin decírselo dos veces ella empezó a posar a la cámara, con su don fotogénico, Flavio extasiado de felicidad pedía más y más fotos de la deslumbrante joven, mientras que las modelos cuchicheaban sobre lo plástica que Charity era y la preferencia que Stefanya tenía hacia ella.

Jugaba con los hielos, los ponía en su boca o incluso en su pecho esperando a que se derritieran... Los tomaba en sus manos contemplando mientras esperaba a que tomarán sus fotos, pero Flavio quería una foto que enmarcara la revista de Victoria's Secret, una foto perfecta, tomada en el momento perfecto, y con la persona perfecta, y esa persona era ella.

- ¡Fantastique! - exclamó Flavio maravillado con el trabajo de la rubia. - Pero ahora necesito que te adentres en esa piscina y quiero que salgas sintiendo esa frescura que esos hielos provocan. - indicó.
- ¿Quieres que me sumerja? - preguntó un tanto desentendida.
- Darling, no me hagas repetirlo... Únicamente por que eres tú lo hago: sumergete, y luego sal como si te apasionara el agua, muéstranos que tan pasional eres con una última foto. - terminó sonriendo con éxtasis. - ¿Entendido? - ella asintió sin quitar los ojos de su madre quien sólo esperaba ver esa perfección que Flavio buscaba.

Hizo lo que se le indicó... Luego de tomar aire, se sumergió a la profundidad de la piscina, mientras que Flavio esperaba ansioso presionar el botón de su cámara. Al salir a la superficie, hizo lo que Flavio dijo, sintió la frescura y al mismo tiempo con pasión poso de manera distraída a la cámara, sintiendo el agua helada recorrer su delineado y perfecto cuerpo, mientras que Flavio capturaba el momento a tiempo.

- ¡Perfect!, eso fue maravilloso. - habló él resaltando su acento francés. - No he visto a modelo más pasional que esta... Esas fotos serán las mejores que alguien haya visto, Stefanya.
- Eso lo se. - aclaró ella viendo con desinterés como su hija salía de la piscina con ayuda de uno de los que había ayudado a montar la escenografía.

"Lo lograste, esta vez" pensó ella de inmediato, no le gustaba que su hija fuera alabada cuando sabía perfectamente que lo hacia mal, o bueno, eso era lo que Stefanya pensaba... Su hija conseguía halagos gracias a como ella la había educado, los halagos debían ser de ella, no de Charity.

- La sesión se termina. A sus casa niñas... Mañana utilizaremos unas prendas especiales que un viejo amigo me envió. Largo. - todas sobresaltadas empezaron a ir por sus cosas, su ropa, la cual estaba en sus bolsos que había traído desde la empresa de Stefanya.

Charity tomó una toalla de una de las sillas y comenzó a secar su cabello y su cuerpo para no mojar su propia casa. Cuando sintió que sólo eran pequeñas gotas las que se perdían por su espalda, decidió ir a su habitación y darse un baño que no estuviera infectado de químicos como el que la piscina posee, para luego cambiarse por algo cómodo... Pero al pasar junto a las demás, accidentalmente escucho la conversación.

- Será a las nueve y media, será fabuloso y emocionante. - habló una de las chillonas voces que tenían en común todas. Ella regresó y apartó a una de las chicas para meterse a ese círculo.
- Disculpa, cariño... ¿Qué será emocionante y fabuloso? -preguntó un poco interesada.
- No te interesa, princesita, mejor busca a un idiota y fornica con él como sabes hacer con todos. - contestó la morena desafiante a lo que Charity le dedicó una mirada de sorpresa fingida.
- ¿Sigues rencorosa, Taylor?, creí haber aclarado de Harley se tiró sobre mi... ¿Qué iba a hacer yo?, ¿rechazarlo?, no es mi culpa que no le cumplieras en lo que deseaba. - la chica estuvo apunto de tirarse sobre la rubia, pero las demás la detuvieron antes de que hiciera laguna estupidez.
- Déjala, Taylor, no merece la pena que arruines tu manicura por ese rostro de plástico. - habló una chica quien miraba con desprecio a Charity.
- Recuerden que si quiero puedo informarle de esta pequeña reunión a Stefanya, ¿que creen que diga cuando se entere de que todas ustedes planean salir a un lugar no autorizado por ella y quizás hasta ilegal?, no me caen lo suficientemente bien como para no decirlo. - amenazó con una sonrisa cínica.
- Ella puede echarlo a perder...- habló otra quien dirigió esas palabras a Taylor.
- Así es... Puedo echarlo perder. - aclaró ella esperando la respuesta.
- No creo que te importe. - respondió Taylor luego de un bufido de frustración.
- Intentalo, nena... No me subestimes. - pidió Charity. - Así que... ¿De que trata su salidita especial? - volvió a preguntar.
- Carrera de motocicletas. ¿Feliz? - Charity elevó ambas cejas para que siguiera. - Tipo Fast and Furious, sólo que en la vida real y con más droga. - Charity de inmediato sonrió de lado a lado.
- Te equivocaste, cariño... Esto me interesa. Nos vemos a las nueve. - dijo antes de retirarse.

Subió las escaleras de su casa con la toalla en la mano y sintiendo como su cabello goteaba con cada salto que daba, pero eran mínimas gotas, por lo que no le importo en lo absoluto. Al sólo llegar a su habitación, se dio un baño con el agua filtrada de su baño privado y luego con una toalla en su cuerpo y otra en su cabeza, abrió las puertas de su armario y se adentró a él. Era el sueño de toda mujer... Miles de vestidos, jeans, leggins, blusas formales, informales, sensuales y sexis, medias de rejilla, negras o con decoraciones, un área de zapatos, zapatillas, botas, tacones, Vans, Converse, All Stars; todo lo que una mujer desea en su armario, además de algunos espejo para poder verse y un sillón en el centro para probarse atuendos sin cansarse, claro.
Debía escoger algo adecuado para esta ocasión, así que de sus prendas escogió un jeans negro con algunas partes rasgadas, un crop top negro de tirantes y que dejaba al descubierto su ombligo y su perfecto abdomen, un kimono en el mismo tono pero con un diseño tribal que mezclaba el negro, gris y blanco, y unos botines altos blancos... Llamar la atención le encantaba, que mejor manera que ir a una carrera de motocicletas que esa. Se maquillo de acuerdo a su atuendo, pero tampoco demasiado como en sus sesiones de fotos, y su cabello iba atado; luego de haber estado una hora con la secadora, finalmente su cabello se secó con totalidad y lo ató en una cola alta, y sus rulos naturales se formaban perfectamente.

Maldijo al recordar que su celular lo tenía su madre, y como si hubiera sido llamada mentalmente, Stefanya irrumpió su habitación sorprendiéndola y dejándola sin alguna excusa.

- ¿A dónde crees que vas?, estas castigada. - recordó su madre cruzando los brazos a la altura de su pecho y frunciendo el ceño.
- Bueno... Las chicas y yo pensábamos salir de compras. - mintió con normalidad mientras arreglaba su cabello y lo esponjaba un poco más frente al espejo.
- Ellas te detestan y tú a ellas, ¿crees que es fácil engañar a tu madre, Charity?... Cuando tu ya vas yo ya vengo dos veces. No sales. - ella suspiró y enfrentó a su madre.
- Bien... ¿Quieres que te diga la verdad?, perfecto. Te la diré. - aseguró apoyando una mano en una mesa y la otra colocándola en su cintura. - Esas niñas piensan ir a una competencia de motociclistas, con drogas, cocaína y quien sabe que clase de botana que engorda... Pensaba ir y vigilarlas, pero claro, ¿porqué no vas tú?, así las puedes echar. - confesó con desinterés.
- ¿Circuito de motocicletas? - preguntó endureciendo la voz.
- Uhum. Exacto... Eso. Creía que si yo iba, luego podría decirte lo que consumieran o hicieran que nos perjudicaran. Que te perjudicaran. Pero si quieres ve tú y deja que huyan con cualquier excusa.

Stefanya se quedó pensativa, sabía que Charity podía exagerar de vez en cuando, pero nunca mentía, o bueno, nunca le había mentido a ella, por lo que respondió:

- No te preocupes... Ve tú. Así me dices una razón más para castigarlas mañana. - dijo su madre con seguridad y a la vez desconfianza.
- Si tú quieres... - aceptó con indiferencia. - No me esperes despierta. Vendré a las dos de la madrugada... O hasta que la policía irrumpa.

Dicho esto paso a su lado dirigiéndose a la puerta y poco a poco la sonrisa de victoria fue apareciendo en su rostro... Esta noche sería muy divertida. Y el día siguiente, sería mejor.