Despertó un poco desorientada y aún adormilada, pero ese extraño sentimiento en su estómago la hacia no poder dormir de nuevo aunque quisiera. Cuando estaba completamente 'despierta' por el dolor, se puso en pie colocándose sus pantunflas blancas y atando su bata celeste cielo con plumas en las orillas en su cintura... Se apresuró a salir de su habitación y automáticamente bajo a la cocina por un poco de agua para aliviar su repentino dolor. Las luces de la enorme cocina se encendieron cuando subió la pequeña palanca en la pared para hacerlo, y sus manos se dirigieron a las puertas del estante de Cristales que tenían, de donde tomó un vaso normal y sencillo y luego lo llenó con agua la cual bebió lo más rápido posible... Pero no fue de ayuda.
Pensó que un poco de comida podría ayudarla, pero a esta hora no habría nada que no fuera crudo o para preparar. Aunque había un pequeño cupcake que su nana había preparado el día anterior por si quería comérselo... Abrió la despensa y saco el pequeño pastelillo para luego darle una mordida grande y comerlo con mucha ansiedad poco a poco.
Sin duda lo malo fue cuando lo terminó y se dio cuenta de lo que había hecho... Su madre definitivamente la mataría si se enterara de eso, y ella ya se sentía de diferente manera. No aliviada, sino arrepentida por haber metido esa fuente de calorías a su sistema interno. Sin haber terminado de repetirse a si misma que había sido un error, salió de la cocina apagando la luz y corrió hasta su habitación con mucho cuidado de no hacer tanto ruido, y al entrar no quiso ni cerrar la puerta, solamente corrió a su baño privado y empezó a buscar en el estante junto al lavamanos el frasco transparente con las pastillas blancas... Hizo caer tres pastillas redondas y medianas en su mano y depositando el frasco en su lugar sin la tapa, metió las tres a su boca y empezó a masticarlas. El feo sabor del laxante y el contacto que este había tenido con el ácido en su estómago, hizo que de una vez por todas se arrodillara frente al inodoro y vomitara lo que anteriormente había consumido. Lo que sintió en su interior fue una sensación de alivio, y luego de cepillar sus dientes y hacer desaparecer el vómito del inodoro presionando el botón para que el agua se fuera, salió de su baño y regresó a la cama como si nada hubiera pasado.
~Siguiente día, 7:34 a.m~
- Finalmente bajas... ¿Me quieres explicar por que diablos dormiste con la puerta abierta? - preguntó su madre encontrándola en el final de las escaleras.
- Tal vez Theodore fue a mi habitación en la mañana y olvidó cerrar la puerta. - respondió sin remordimiento alguno y castigando su propia mente con insultos por haber dejado la puerta abierta en la madrugada.
- Theodore tiene descanso este día, ¿recuerdas?... Ahora responde mi pregunta, Charity. - ordenó su madre apoyandose en el barandal.
- Vine por agua y se me olvido cerrarla, ¿feliz? - sus ánimos definitivamente estaban por los suelos, no había podido dormir luego de haberse despertado por el 'agua'.
- Más respeto niña, estas donde estas gracia a mi. - reprendió. - Recuerda que tienes sesión de foto a las tres, llegas tarde una vez más y esta vez te quitaré el auto.
- ¿Y cuál es mi castigo por llegar tarde ayer? - preguntó parándose frente a ella.
- Por llegar tarde y por contestarme de manera insolente, me quedaré con tu teléfono por dos semanas. - dijo tendiendo su mano, pidiendo lo mencionado.
- ¿Disculpa?, ¿cómo se supone que te comunicarás conmigo si me quitas mi celular? - preguntó aferrando sus dedos al pequeño aparato.
- Sabes muy bien que sólo te llamo para las sesiones... Sabes también la hora, así que no hay problemas. Dame ese celular ahora Charity Stefanya Doyle o también me quedo con tus salidas con tus amigas. - Charity la miró con el ceño fruncido. - Dame eso ahora.Se lo entregó a regañadientes y luego de eso paso a su lado dirigiéndose a la mesa de cristal donde se encontraban las llaves de su Acura, las tomó y salió de la casa sin esperar decir nada o escuchar algo por parte de su madre. Faltaba media hora para que sus clases iniciarán, por lo que decidió pasar por Tea's, comprando un té de hojas verdes para no tener cólicos o algo por el estilo...
Se estacionó frente al lugar y se bajó con la billetera en las manos. Al entrar Diana, la camarera que solía atenderla siempre suspiro con pesadez y agobiamiento y se acercó a la caja, donde Charity, se había apoyado con ambas manos.
- Bienvenida de nuevo, ¿quieres lo mismo de siempre o le agregó diamantes esta vez? - preguntó con cierta pizca de ironía que hizo aparecer una mueca en el cansado rostro de Charity.
- Lo mismo, sólo que esta vez olvídate de tu propina, niña. - respondió con amargura.Restando importancia a las palabras de su clienta favorita, Diana con normalidad tomó un vaso, el cual poseía un físico café y un tanto áspero con el logo del lugar en color verde limón, y se dirigió a la máquina donde sólo lo colocó y al presionar el botón, el té cayó perfectamente junto con los trozos pequeños de hielo y algunas hojitas verdes... Al terminar de llenarlo, puso una tapa y una pajilla o popote y se lo llevo a Charity quien esperaba impaciente su bebida.
- Casi envejezco esperando esto. - espetó ella dándole su tarjeta de crédito y su identificación.
- Unos minutos más y hubieras muerto... Me preguntó por que no me retrase más. - respondió Diana sonriendo con falsedad y tomando ambas cosas mientras que iba a la computadora.Luego de dos minutos, le devolvió ambas cosas y Charity salió de ahí lo antes posible sin siquiera decirle gracias o sonreírle por haberle atendido. Subió a su auto colocando su té en el porta vasos y su billetera en su cartera, para luego encender su auto y esta vez dirigirse a Imperial, donde iniciaría sus estudios definitivos.
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Serendipity.
Teen FictionLa Serendipia es un hallazgo o descubrimiento afortunado que se da cuando se esta buscando otra cosa.