- Párate derecha, Charity. Quedarás como camello si sigues parándote de esa manera. - reprendió su madre dando un golpe rápido y estruendoso con el apuntador que había conseguido especialmente para eso. Para golpear a las que se equivocaban a la hora de modelar.
- Estoy perfectamente parada, no hace falta que eso toque mi espalda. - se quejó de manera brusca, cosa de la que se arrepintió cuando vio la expresión de Stefanya.
- Tu y yo hablaremos luego. - afirmó amenazante. - Ahora... Ineptas buenas para nada, efectuarán un ejercicio que toda modelo debe saber realizar. - habló caminando de la izquierda a la derecha y viceversa. - Fotos en trajes de baño en piscinas especiales, ¿saben por que son especiales? - todas miraron atentas sobre su cabeza.Regla número uno: nunca la mires a los ojos.
- Esas piscinas tendrán trozos de hielo, que ustedes deberán aguantar al meter esos imperfectos cuerpos suyos mientras el fotógrafo, Flavio, toma las fotos. - se escucharon quejas de la mayoría.
- ¿Con trozos de hielo se refiere a...? - dejó la respuesta en el aire la joven castaña al ver la mueca que Stefanya le había puesto.
- Me refiero, niña, a cubos grandes y pesados de agua congelada. ¿Entiendes o quieres que te dibuje en mi iPad el procedimiento? - la chica bajo la cabeza avergonzada. - Las piscinas están siendo preparadas en mi casa, así que todas, iremos ahora mismo y se prepararan para esa sesión de fotografías. - anunció. - Muévanse.Todas (a excepción de Charity), salieron de ese salón y fueron por sus cosas, mientras que Stefanya preparaba el castigo para su hija desobediente que no parecía querer obedecerla últimamente. Charity se acercó a ella bajando las dos gradas de la pasarela que estaba montada hasta quedar frente a su madre quien jugaba con el apuntador.
- ¿Que sucede contigo, Charity?, ¿acaso quieres dejar esto?, porque simple y sencillamente te puedo sacar de este fabuloso trabajo que sólo pocas obtienen y te saco de mi casa si soy lo suficientemente irritante como para que me respondas como una niña malcriada. - acusó cruzando sus brazos. - ¿Quieres eso?
- No. - respondió un poco intimidada. Su madre era la única persona que la podía despedazar en poco tiempo como un perro a un filete de carne fresca...
- Entonces empieza a comportarte como la hija de Stefanya Doyle y no como una mocosa insulsa y tonta, ¿entiendes? - ella asintió nada sorprendida por los insultos de su propia madre.Era normal que Stefanya insultara a su propia hija, y Charity ya se había acostumbrado a ello, y muy en el fondo le causaba algo de dolor el hecho de que su madre la tratara así, pero lo cubría completamente con el orgullo que había obtenido con respecto a los halagos de unos y los piropos de otros.
- Bien, eso espero. Ahora ve a ponerte el traje de baño que llegando a casa sólo te maquillarán. Serás la primera por tu respuesta grosera. - dicho esto salió de el salón dejando a Charity con una cara de pocos amigos y suspirando con pesadez para luego seguir las pisadas de su madre.
La mañana había sido muy interesante, y mucho más en compañía de su nuevo amigo, quien se encargó de piropearla y coquetearle todo el tiempo posible, y bueno, la diversión es buena de vez en cuando. No había regresado a clases, por supuesto, no le interesaba y sabía que si la reprobaban su madre se encargaría de reprobar la existencia de Imperial y mandarla a lo que todos llamamos Historia.
Saliendo del edificio, ella subió a su propio auto mientras que las otras modelos iban en una camioneta escuchando las indicaciones que Stefanya siempre repetía antes de una sesión de fotos.
"Como si no fuera suficiente con las millones de veces que nos las a dicho"
Pensó Charity sintiendo la amargura y el enfado recorrer sus venas a través de la sangre como adrenalina. Stefanya era desafiante, y sólo personas con fuerte valor pueden enfrentarla, y aunque lo había intentado varias veces, siempre lo dejaba a medias, por que era la única persona (familia) que conocía o tenía cerca, y aunque fuera duro, era su madre. Al llegar a su casa, la camioneta ya estaba estacionada y las modelos estaban bajando de ella... Se estacionó detrás y luego de apagar el Acura, tomó las llaves, su cartera y bajo del auto cerrando la puerta de manera brusca mientras que él auto hacia el típico sonido que daba a conocer que había quedado cerrado y seguro con llaves. Camino a través de las demás, empujando a algunas que se atravesaban por su camino y entrando a su propia casa mientras tiraba su cartera en uno de los caros sillones de terciopelo blanco y yendo de paso para lo que sería el lugar donde se maquillarían... Ósea, el patio de su propia casa.
Llevaba únicamente el traje de baño y sobre el una bata negra atada con el cordón por la cintura delineandola. Al llegar al patio, las cosas ya estaban puestas: tocadores con maquillajes, brillos especiales para la piel, peines y spray's para el cabello, sillas para las modelos y estilistas, varios estilistas, mientras que varios hombres se encargaban de acomodar las hieleras para luego sólo sacar los hielos y echarlos a la piscina. Se sentó donde se ubicaba su estilista propio, Damon, era como su mejor amigo con respecto a que no tenía ningún amigo, le tenía confianza, eso ya era como una amistad para ella.
- Cariño, parece que un duende ha llevado tu oro al final del arco iris a otra parte. ¿Acaso tuviste un mal día? - preguntó Damon acomodando el cabello de la chica.
- No, simplemente creo que comí demasiado. - chismes. La palabra que más detestaba su madre... Cuidado con que alguien cuente algo acerca de ella, se encarga de hacerlo cavar su propia tumba al instante.
- ¿Comiste una cucharada en lugar de una media cucharadita? - preguntó en tono burlón, todos ahí sabían que ella era incapaz de comer más de dos bocados.
- Muy gracioso... Deberías trabajar en un circo en lugar de aquí, ¿sabes? - respondió gruñendo al mismo tiempo.
- Lástima que viene hasta el año que viene... ¿Qué se le va a hacer? - soltó un suspiro dramático, lo que le causo cero gracia a Charity y sólo rodó los ojos.
- Haz lo que tengas que hacer de una vez. - ordenó.
- Como gustes belleza... Pero si me sigues tratando así, te haré lucir como zorra. ¿Entiendes? - un defecto que tenía Damon, era que no se tomaba enserio la mayoría de cosas... O tal vez el hablar afeminadamente lo hacia ver así.El resto del tiempo estuvo distraída con sus propios pensamientos mientras observaba un punto indefinido en el gran espejo del tocador frente a ella. Sentía algunos jalones en su cabello y soltaba pequeños gruñidos para advertirle a Damon que si seguía así, lo golpearía con el peine de dientes finos frente a ella. El momento en que las demás se habían sentado era ignorado por ella, no se había dado cuenta, y de hecho, no le importaba en lo absoluto. En el momento en que Damon estaba terminando su obra de arte, las maquillistas empezaron a esparcir la pintura por la tercia piel del rostro de la rubia, al igual que en las demás modelos quienes hablaban animadamente entre ellas...
- Apresuren ese trabajo, estas niñas deben de estar listas antes de que el hielo del Polo Norte se derrita. - ordenó Stefanya con voz dura y estricta.
- Contigo viva es imposible que algo se descongele. - espetó Damon dando toques en el cabello de Charity. Por otro lado, ella había sonreído por primera vez en la tarde al igual que las maquillistas que escucharon esa burla.
- ¿Dijiste algo Damon? - preguntó Stefanya sospechando y con el ceño fruncido.
- Si. ¿Esta bien así o quieres que le ponga más brillo a su cabello? - cuestionó sonriendo frescamente y señalando a Charity quien esperaba la respuesta de su madre.
- Déjala así, más por ella no se puede hacer. - dijo haciendo un ademan con su mano. - Apresúrense.Al cabo de minutos ya estaban listas: maquilladas, peinadas y vestidas. Victoria's Secret se había encargado de colaborar con Stefanya esta vez, los diseños que habían enviado eran exclusivos y únicos (además de ser sensuales y atractivos al ojo masculino)... Todos estaba bien, pero como era de esperarse, el más envidiado era el de Charity, el cual consistía en dos piezas en tono negro, un strapless en su busto, que sólo cubría eso, su busto, estaba ajustado por atarás con una tira delgada, y la orilla que delineaba sus pechos estaba decorada con pedrería y diamantes puros; mientras que la parte de abajo, del mismo estilo, y se ajustaba a la cadera con dos tiras negras dejando a la vista las bien trabajadas piernas. Su cabello rubio estaba despeinado y suelto, y Damon se había encargado de darle un toque de brillosidad que luciría más contra el sol y con las luces del agua... Tal vez era su estilo de traje de baño o su perfecto cuerpo lo que provocaba que las demás se pusieran como gatas en celo al verla, pero eso le agradaba y por lo menos... La envidia aumentaba el ego.

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Serendipity.
Fiksyen RemajaLa Serendipia es un hallazgo o descubrimiento afortunado que se da cuando se esta buscando otra cosa.