Puestos 28 y 29, columna B. Harry&Louis

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Los abrazos son importantes, demasiado importantes. Los abrazos son más indispensables que cualquier otra cosa en el mundo, se tratan de congelar un momento cualquiera en un tiempo determinado, y es algo genial. Todos los humanos necesitamos abrazos de la misma manera en la que necesitamos agua y oxígeno, lo triste es que sólo nos damos cuenta de ello cuando llevamos demasiado tiempo sin dar uno y estamos a punto de morir de la tristeza.

Muchos abrazos son necesarios.

Y aquel abrazo que el pequeño Harry quería darle al pequeño Louis iba un escalón más que en "Necesario".

El avión se movía monstruosamente y el niño de ojos verdes y camisa de Bob Esponja sentía que pronto toda su historia iba a acabarse. Louis yacía sentado al lado del pequeño, con sus ojos cerrados y los puños bien apretados, claramente el niño moría del susto, pero la camiseta de Superman que llevaba puesta no le dejaba llorar. Él creía completamente en que era Superman, y alguien en el mundo también lo hacía: Harry.

Por eso se acercó a él y sin decir ni una palabra le abrazó muy fuerte, ese abrazo fue su agua y oxígeno.

Louis sólo abrazó al niño que olía a champú de manzanilla y los dos estaban siendo parte de una escena épica en la que los seres más frágiles en el mundo se brindan la más fuerte protección.

De eso se trataba: Protección.

Tal vez Superman no estaba hecho sólo para proteger, sino también para ser protegido.

Y el avión cayó. Y sus sueños cayeron. Y sus recuerdos se fueron. Y sus ganas de seguir, a lo mejor desaparecieron. Porque un niño no es un niño sin un motor que lo impulse a cumplir sus sueños, un adulto no es un adulto sin un niño mirando el cielo. Y una vida no es una vida sin un avión despegando desde el suelo.


Los superhéroes existen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora