Los superhéroes existen.

Esperanza

Sus manos estaban enterradas en la fría arena, las lágrimas caían una por una y el nudo en la garganta no podía ser más fuerte. Los significados de palabras que nunca habían encajado bien en su mente llegaban en silencio, palabras como tiempo, dolor y libertad.

El pequeño niño hacía todos sus esfuerzos por mantenerse fuerte, pero, no lo lograba. Arty se había perdido entre las llamas, sus esperanzas habían desaparecido y el pequeño Liam yacía casi muerto a su lado... ¿Qué iba a hacer? ¿Esperar que la muerte se lo llevara a él también?
Al parecer su única esperanza se basaba en morirse, igualmente, no todos estamos hechos para la vida.

Zayn miró al niño que estaba acostado en la arena, lleno de cenizas y quemaduras, ojos cerrados y paz... ¿Cómo podía la paz reflejarse en el sufrimiento? No lo entendía, nunca lo entendería, pero ahí estaba Liam, muriéndose e irradiando paz al mismo tiempo, dándole una señal a Zayn de que no estaba solo.

La luz del sol parecía más fuerte, el color de los árboles a su alrededor se notaba más verde y las ganas de morir se alejaban poco a poco.

Los ojos de Liam se abrieron.

- ¿Dónde estamos?-preguntó el pequeño niño confundido.

Zayn le miró fijamente y no supo qué hacer o decir, quiso abrazarlo pero se sintió demasiado débil.

- ¿Qué pasa?-Liam había comenzado a desesperarse, sus ojos se cristalizaron y su cuerpecito temblaba- ¡Zayn! ¿Dónde están todos? ¿Por qué no hay nadie? ¿Qué pasa?

Esta vez Zayn se acercó más a él, ignorando el dolor de sus pantorrillas quemadas e intentando resolver las cosas.

-Cálmate, Liam, no sé dónde estamos, pero ya alguien nos va a rescatar-entre palabras temblorosas y lágrimas frías Zayn logró transmitirle paz a su amigo, la misma paz que él le había transmitido hace un momento.

- ¿Cómo estás tan seguro de eso?-preguntó el pequeño Liam lamiendo sus lágrimas.

-Por una palabra que me ha mantenido vivo durante todo este tiempo, durante toda mi vida.

- ¿Qué palabra?

Zayn tomó una pequeña ramita de madera caída de un árbol y empezó a escribir entre la arena, dejando como resultado la palabra que le había dado fuerzas durante toda su vida:

"Esperanza"