Puestos 35 y 36, columna A. Zayn&Liam

79 14 3
                                    



El viento soplaba fuerte aquella noche con ganas de derribar todo a su paso y sólo dejar su esencia, porque de eso se trataba, de llevárselo todo muy lejos y hacer que el mundo desapareciera, fingir que nada había existido, dar a pensar que ésto era toda una imaginación y la vida eran sólo cuatro letras.

Justo como el nombre de "Zayn" y el de "Liam", ambos tenían sólo cuatro letras, pero muchísimos significados.

La perspectiva de los dos niños era totalmente distinta, Liam vivía una vida tan llena de todo, y Zayn vivía una vida tan llena de nada: Pero ambos tenían cuatro letras.

Y si sus nombres se combinaban seguían siendo cuatro letras, a pesar de todo. A pesar de la vida y la tormenta las cuatro letras todavía existían.

Y la mano de Liam intentando hacerle cosquillas a Zayn también.

- ¿P-por qué tratas de hacer-me cos-qui-quillas?-tartamudeó Zayn sin mirar a Liam a los ojos.

Liam, por su parte, lo tomó de la barbilla y sonrió.

-Es que estás muy triste y quiero verte reír-dijo el pequeño que no aceptaba un "No" como respuesta- ¿Por qué estás tan triste? ¿Por qué tartamudeas? ¿Por qué tienes esa cicatriz en tu brazo?-El niño le lanzó todas esas preguntas al pequeño Zayn como una espada cargada de fuerza.

Zayn no sabía qué hacer, Zayn no sabía adónde mirar, Zayn no sabía qué decir, Zayn no sabía nada. Y, si llegaba a saber algo, era que el dolor no responde preguntas. Esa era la única verdad que poseía el niño, "El dolor no responde preguntas" Así que eso dijo, incluso si su lengua se enredó y sintió que su pecho se detuvo.

-Pero tú no eres dolor, tú te llamas Zayn-contestó Liam.

Zayn ahora sólo se encerró en su mundo, si anteriormente había pensado que Liam podría entrar en su vida estaba equivocado. Muy equivocado.

Y justo en ese instante el niño se sintió en una montaña rusa de sentimientos, pensamientos y ganas de morir ¿Por qué sus ganas de morir no se iban? Él quería que fueran un objeto para así poder quemarlas y llevarlas muy lejos, para así poder mirar al cielo sin pensar en la muerte y tomar un vaso de agua sin querer ahogarse. Para así poder pensar en algo que no fuera el suicidio.

Cuando la montaña rusa salió de su cabeza empezó a sacudir el avión, y todo cayó, las luces se apagaron y Zayn sintió que la muerte por fin llegaba.

Hasta que Liam tomó su mano fuertemente.

Tal vez uno no decide quién puede entrar a su vida.


Los superhéroes existen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora