Capítulo 14

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-¿Dani? –cuando abro el portal y me encuentro a mi ex, estoy a punto de sufrir un síncope, un paro cardiaco y una aneurisma de aorta todo al mismo tiempo. ¿Qué hace aquí? Y lo más importante, ¿Cómo puede estar tan guapo?

-Hostia, Elena –dice él mirándome de arriba abajo. -¿Te ibas?

-Pues sí, he quedado para cenar. –creo que debo de sonar como una idiota, pero es que estoy en shock -¿Qué haces aquí?

-Bueno, hola a ti también –dice él con esa sonrisa tan elocuente. En medio de mi estado, los labios se me curvan hacia arriba devolviéndole la sonrisa.

-Joder, es que no esperaba verte.

-¿Qué tal si me das un abrazo?

Me río como una cría pequeña y corro a darle un abrazo al que fue el hombre de mi vida durante cuatro años. La verdad es que, a pesar de saber que no funcionamos como pareja, es un tío genial. Me encanta su forma de ser, tan risueña y divertida. Siempre ha sabido cómo sacarme una sonrisa. Pero también es la persona que más me ha cabreado en todo el universo.

-Ahora en serio, ¿qué haces aquí? Te hacía en... no sé, ¿Inglaterra?

-Escocia. –me corrige él con una sonrisa- Sí, acabo de volver esta misma tarde.

-Joder, ¿y has venido a hacerme una visita? –le pregunto ilusionada- Oye, pero tú no sabías donde estaba mi nueva casa –añado con el ceño fruncido cuando me doy cuenta de que nosotros lo dejamos antes de que yo me mudara del zulo.

-Bueno... -se frota el cuello con una mano y mira hacia el cielo- Quizás me haya pasado por la casa de tus padres para preguntarles donde vivías.

-¿Qué? –grito, con los ojos muy abiertos- ¡Estás loco!- me carcajeo- ¿y mi madre no te ha estrangulado?

-¡Lo ha intentado! Pero luego la he convencido de que solo quería ver a la mujer más maravillosa del mundo y me ha hecho prometerle que no volveríamos a estar juntos jamás.

Me río, imaginándome la imagen de mi madre agarrándole por el cuello hasta que prometiera que no iba a intentar volver conmigo. Todas las lloreras que esa pobre mujer tuvo que aguantar tienen que salir por algún lado.

-Iba a cenar con un amigo... pero puedes venir, ¿quieres? –le pregunto con una sonrisa infantil, ilusionada.

-No sé, Elena. No quisiera molestarte, la verdad. Y a lo mejor ese amigo tuyo esperaba encontrarte así, tan guapa, y no compartirte con nadie.

-Que no, tonto. Ya verás. Lo pasaremos genial.

No me había dado cuenta de que el coche de Luis estaba aparcado en doble fila frente a mi edificio, así que tiene que salir él a buscarme. Le veo caminar hacia mí, con sus andares de gamberro, y se me cae un poco la baba. Va muy guapo con un vaquero ajustadito y una camisa de cuadros.

-Hola, nena –dice él cuando llega a mí, agarrándome por la cintura y dándome un beso en la mejilla- Estás increíble –añade mirándome fijamente a los ojos.

Le sonrío y niego con la cabeza.

-Luis, te presento a Dani –les hago una seña- Dani, este es mi mejor amigo, Luis.

Ambos se dan la mano sin demasiadas ganas, y se observan en silencio tras decir eso de "encantado". No parecen muy encantados, la verdad. Pero bueno, qué se le va a hacer.

-Le he dicho a Dani que se podía venir a cenar con nosotros –le digo a Luis. Frunce un poco el ceño - ¿A que no hay ningún problema?

-Bueno, la verdad es que tenía una reserva para dos, nena- responde él con un gesto de compungido muy falso.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2015 ⏰

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