•Sweet Agony•

Capítulo 12

No me di cuenta que las lágrimas caían por mi rostro, hasta que Luke las apartó de él con su pulgar. Yo sonreí y me lancé a sus brazos, definitivamente era imposible no amarlo.
Empieza a sonar mi celular y me aparto de Luke, con mi mano seco algunas lágrimas de mi rostro y luego tanteo la cama en busca de mi móvil.
-¿Hola? -digo al atender-
-¡Hola, Kath! -dice la alegre voz de Alli- Arréglate que en 20 minutos estoy en tu casa, y luego iremos de compras.
-Alli, yo...
-¡No me digas que no tienes ganas! -protesta- Te dije que ahora que estoy aquí las cosas cambiarían, y lo harán. Sólo te daré más estilo.
-Está bien -bufo-.
-Nos vemos -respondió triunfante-.

-¿A dónde irás? -pregunta Luke-
-De compras.
-¿Tú? ¿De compras? ¡Es el fin del mundo! -grita ladeando sus manos en el aire-
-Basta de dramatismo, idiota -río-.
-Yo iré a comer, ¿quieres algo?
-No, estoy bien.
-Katherine, me preocupas. ¿Desde cuándo tú no quieres comer?
-No tengo hambre.

Me pongo unos jeans, una remera holgada y unas zapatillas. El cabello me lo dejé suelto, así se secaba más rápido.
Salgo de mi habitación, y en cuanto estoy bajando las escaleras escucho el timbre.
-¡Yo voy! -anuncio-

Al abrir la puerta me encuentro con una sonriente Alli allí parada.
-¡Hola, Kath! -saluda al abrazarme-
-¡Hey!
-Por favor dime que no irás con el cabello mojado -dice en cuanto entra a mi casa-.
-¿Qué tiene de malo?
-¿Y qué tiene de malo secártelo para verte mejor?
-Es un esfuerzo innecesario.
-Ya, simplemente toma tu tarjeta y vámonos.

Fui en busca de mi celular, mis llaves y mi tarjeta, metiéndolo todo en los bolsillos de mi pantalón, por lo cual recibí un nuevo regaño de Alli. Al parecer, también hoy compraríamos bolsos.

-Yo las llevo -se ofreció Luke-.
-¿Estás seguro? -preguntó Alli-
-¡Claro! Quiero ver a mi hermanita de compras -dice riendo-.
Ladeo la cabeza y murmuro un "idiota", para luego irnos.

Llegamos al centro comercial y el rostro de Alli se iluminó. Tomó mi brazo y me llevó de tienda en tienda, eufórica, haciéndome probar cada cosa que le gustara. Y de hecho no estaba tan mal como pensé... creía que esta ropa sería horrible, o que no me sentiría cómoda con ella, pero sorprendentemente no fue así, incluso me sentía un poco más linda.

-¡Con toda esta ropa Dylan te mirará más de lo que ya lo hace! -exclama alegremente Alli-
-¿Qué? -pregunto confundida-
-Oh, por favor, no soy idiota. Me doy cuenta de que se gustan.
-Pero Kath se hace la difícil -dice Luke, a lo que recibe un golpe de mi parte-.
-No me gusta Dylan.
-Mírame a los ojos y di nuevamente eso -dijo esa voz en mi oído, rozando suavemente mi piel y produciéndome escalofríos, haciendo que me detenga en seco, porque definitivamente, aunque no lo viera, sabía quién era-.