Al apagar el motor del auto muchas de las personas que se encontraban en el estacionamiento se acercaron hacia nosotros.
-¡Luke, cariño! -esa fastidiosa voz sólo podía ser de Brook, quien era una experta siendo una completa zorra-, te hemos extrañado tanto.
-Oh, hola Brook -saludó sin mucho entusiasmo-. Estoy feliz de volver.
Todos se acercaron hacia él, se escuchaban preguntas que provenían de todos lados, era como si él fuese alguien famoso o algo parecido. Y por supuesto, las personas al pasar por mi lado ni se percataban de mi existencia, e inclusive algunas me atropellaban. Producto de ser invisible.
Al salir dificultosamente de esa muchedumbre, vi a un chico que parecía ser nuevo, o que al menos yo no conocía. Él me devolvió la mirada y me sonrió, esperen... ¿me sonrió?, ¿en serio?
Y entonces empezó a acercarse lentamente, con lo cual pude visualizar mejor sus rasgos, tenía ojos color cafés, pero no muy oscuros, unas largas pestañas y lunares situados en su rostro de manera perfecta. Debía de medir aproximadamente 1.80, su cabello era castaño, ligeramente despeinado, y su piel blanca, asemejándose a un café con bastante leche (¿a caso existe esta expresión? Bien, no importa).
-¿Sabes qué es lo que está pasando allí? -preguntó-
-Sí, llegó... -dudaba si decirle o no que era mi hermano, pero esto no tenía por qué importarle a él- un chico que hace mucho no venía al instituto-.
El joven que se había acercado a preguntarme sobre Luke simplemente se alejó, sin responder algo, sin agradecerme, sin presentarse, sin saludar. ¿Quién se creía?, aunque de hecho esto no era nada novedoso para mí, fue bastante que me haya dirigido la palabra.
Vuelvo a mirar al chico y veo que se reúne con los del equipo de fútbol americano, ¡genial!, justo en él me tuve que venir a fijar, o bueno, de hecho no me fijé en él, o tal vez sí, un poco. En fin, mejor dejo de pensar en él, debe de ser un idiota como sus amigos.
Cuando estaba subiendo las escaleras para entrar al instituto siento una mano en mi hombro, al darme vuelta para ver quién era veo a Luke.
-¡Hey! ¿No pensabas esperarme? -preguntó haciendo puchero-
-Claro que sí -respondí-, pero desistí cuando todos tus fans te rodearon.
-Oh, perdón por eso -se disculpó-. ¿Vamos a buscar nuestros horarios?
Asentí y nos dirigimos adentro del instituto, mientras caminábamos podía sentir las miradas de todos, algo muy inusual porque solía pasar desapercibida.
Al recoger nuestros horarios comprobamos que nos tocaban juntos en algunas clases, no eran muchas, como eran de esperar, pero tener cuatro asignaturas juntos no estaba nada mal.
Nos dirigimos a nuestra primera clase, la cual por suerte nos tocaba juntos, era algo bueno comenzar el primer día de clases con él, lo encontraba menos deprimente.
Al entrar al salón me senté casi al fondo y Luke se sentó al lado mío.
Habíamos decidido ir rápido para poder elegir los lugares, y vimos como iban llegando las demás personas, sentándose con su grupo de amigos, mientras que yo no tengo a ninguno...
Hubieron muchas chicas que se debatieron para sentarse cerca de Luke, pero él no les daba mucha importancia. ¿Alguna vez mencioné lo atractivo que es?, nada parecido a mí. Mide 1.85, es musculoso y de piel tostada, tiene unos llamativos ojos verdes y cabello que se debate entre si es rubio oscuro o castaño claro, y una sonrisa que según decía mi madre vislumbra a cualquier chica. Yo en cambio, mido tan sólo 1.63, mi cuerpo ni por al lado se asemeja al de una modelo, mi tez es clara y tengo ojos verdes, al igual que Luke, pero los míos no tienen ese brillo especial como los de él, mi cabello es de un color castaño oscuro y me llega hasta la cintura, casi nunca se encuentra en sus mejores días, como ahora, que está completamente enmarañado.
Mientras estaba absorta en mis pensamientos escucho al profesor.
-¿No piensa entrar para tomar su lugar? -dice dirigiéndose a alguien en la puerta-.
No hubo una respuesta inmediata, y yo miré el aula, el único asiento libre era delante de mí. Luego observé hacia la puerta, y se encontraba el chico que me habló en el estacionamiento, en su rostro se reproducía una mueca de duda y disgusto al mirar el asiento que se encontraba frente a mí y luego a mirarme a mí.
Y entonces todo el salón corrompió en risas, no era la única que había notado lo que pasaba, giré hacia mi derecha para ver la reacción de Luke, y este permanecía inmóvil con una mirada furiosa hacia quien había desatado todo esto.
«No hagas caso, no les des importancia, no te sientas mal, no les des lo que ellos quieren, y por el amor de Dios... no llores», repetía esto en mi cabeza una y otra vez. Pero el eco de las risas estrellaban contra mí, haciendo cada vez más daño. ¿Por qué tenía que lograrme hacer sentir mal algo tan insignificante como esto?
Nota de autora:
Holaaaaa! Estaba escribiendo este capítulo hace un par de días, pero se me borró todo, me dio brinca y no lo quise otra vez, jajaja.
Además tampoco nadie lo veía, y ahora que volví a entrar y vi que sí se había visto, aunque sea algunas pocas perdonas, me incitó a seguir escribiendo.
Así que bien, espero que sigan leyendo y que les guste!
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•Sweet Agony•
Teen FictionKatherin Aldith Mawson es una joven de 17 años que está en el anteúltimo año de preparatoria, esperando ansiosa por que su vida de un giro de 360°, pero para que esto ocurra tiene que realizar un cambio en ella y ya no seguir la misma rutina de cada...