Capítulo dos: Sorpresa inesperada

549 43 12
                                    


─ ¡Que gracioso! ─ Dije en tono sarcástico, él no respondió. Lo observé de arriba hacia abajo, monitoreando cada parte de su cuerpo, llevaba el cabello más largo sujeto en una coleta y tenía tatuajes en ambos brazos. ─ ¿Es así como vas a recibir a Leila después de tantos años? ─ Remitió Rosa, quien a pesar de observar la escena seguía bailando. 


─ Así que tu... ─ No pude evitar pensar que lo había planeado todo, muy mal de su parte.


─ Tranquila, no te hagas mentes donde no las hay, solo vine por mi agenda con Crowstorm, no es más que mera coincidencia ─ Estábamos tan cerca que pude sentir el olor de vodka salir de sus labios, reaccioné en cuestión de segundos y tras decir esto se fue de la pista de baile.


─ ¿Crowstorm? ─ Miré a Rosa y esta sonrió. ─ Si, es su banda, el es el líder, guitarrista y vocalista ─ Wow, increíble ─ Dije abrumada.


En eso mire mi reloj, ya era pasada la media noche, así que decidí que mejor era irnos pero Rosa ya se había instalado a hablar con una de sus compañeras de facultad, estaba muy animada así que no quise molestarla y salí del bar, ya después le avisaría.


Afuera aún se encontraba Castiel en su motocicleta, fui en dirección contraria, seguro conseguiría un taxi que me llevara a casa, estaba un poco asustada, mi cuerpo temblaba como gelatina, toda la calle estaba oscura y sería un largo camino de vuelta a casa, sujete mi bolso con fuerza y caminé lo más rápido que pude, a lo lejos se escuchaba el sonido de una moto, se detuvo delante de mí.


─ Sube antes de que me arrepienta, no te dejaré tirada aquí cuando hay muchos desquiciados sueltos por la calle ─ Dijo el pelirrojo impasible


Obedecí y subí a la parte trasera, el se desprendió de su chaqueta de cuero y me la dio para que me sintiera segura, arrancó a toda velocidad por las frías calles y un silencio incómodo se formó entre nosotros hasta que llegamos a nuestro destino luego de haberle explicado la dirección de mi casa.


─ Muchas gracias, de verdad ─ No es nada ─ Se detuvo en la entrada de mi casa, allí estaba mi padre contemplando la escena, detalló de pies a cabeza al pelirrojo y le dio una mirada fulminante, se inmutó a decir algo hasta que entramos


─ ¡Se supone que saldrías con una de tus amigas y regresas aquí con un criminal! ¿Qué van a pensar los demás si te ven llegar así? ─ Exasperado, coloca su mano en la frente como señal de preocupación, es verdad que la apariencia de Castiel no es una de las mejores, pero no sería un criminal, no creo que lo reconozca, ha cambiado tanto.


─ Padre... ¡Puedo explicarlo! ─ Finalmente tomé valor para dirigirme hacia el.


─ ¡Nada Leila! Sera mejor que te vayas a tu habitación ahora mismo....Desearía que dejaras de actuar como ella. ─ Dijo fríamente con gran desaprobación


Di pequeños pasos hasta llegar a la escalera, múltiples imágenes de dos niñas corriendo por toda la casa llegaron a mi mente.


─Desde que te fuiste todo ha sido más difícil ─ Susurré y me dirigí a mi habitación, recordé que aún llevaba conmigo la chaqueta de Castiel y me aferre a ella mientras las lágrimas caían por mis mejillas.

« D E S T I N Y »  [Corazón de melón fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora