« D E S T I N Y » [Corazón de melón fanfic]

Capitulo trece: ¿Es un Adiós?

Salimos a la calle y comenzamos a caminar vagamente sin ruta alguna, en mi mente aún trataba de ordenar mis ideas, aunque de todos modos lo que tenia pensado decirle sea cual sea la manera igual la tomaría por sorpresa. Rosalya no dejaba de observarme de reojo, seguramente ya estaba segura de todo lo que estaba pasando.

Lo se, soy mala ocultando todo.

— ¿Quieres decirme a donde vamos, que esta sucediendo? — Pregunto directamente — Necesito una prueba de embarazo — Dije sin mas, con temor a que me diera tremenda reprimenda que fue lo que efectivamente hizo.

— ¿Es de Viktor? — Fue lo primero de lo que quiso asegurarse — Primero no se si en realidad estoy embarazada, pero de serlo así seria de Castiel...Nunca me he acostado con Viktor.

— ¿Y que vas a hacer ahora? tienes que decirle la verdad a ambos — Lo se, pero no se merecen esto y sobre todo no debería darle mas problemas a Castiel.

— Entiendo, compremos una prueba de embarazo en la farmacia y luego vamos a mi casa ¿te parece? — Gracias Rosa, de verdad no se que haría sin ti — La abrace fuertemente y casi me tendí a llorar en sus brazos.

Fuimos directo a comprar la prueba en la farmacia y luego nos dirigimos a casa de Rosa, allí podría hacer todo con calma, apenas llegamos Rosa fue a la cocina a preparar un té para tratar relajarme, respire profundamente al adentrarme al baño y confirmar lo que estaba sospechando de una vez por todas.

Positivo, dios quería morir en ese momento.

Me vine en lagrimas apenas vi la prueba en mis manos, definitivamente no había arruinado mi vida, pero si había hecho más difícil todo. Ahora no sé qué haría, como se lo diría a mi familia, a Viktor, me siento como una estúpida. Salí del baño y me senté en los muebles que acoplaban la pequeña pero acogedora sala de la casa, Rosa me dio un poco de té y lo tome a pequeños sorbos, por lo menos pude contenerme un poco.

— Sea cual sea la decisión que tomes te apoyare — Solo pude darle una pequeña sonrisa a Rosa, de verdad estoy muy agradecida con ella.

— Es hora de irme a casa — Dije mientras recogía mis cosas.

— Esta bien, prométeme que me escribirás si sucede algo, estaré allí para ti ¿Ok? — Ok... Gracias por todo — Le di un beso en la mejilla y salí del lugar.

Mientras me dirigía a casa mi celular no dejaba de sonar, era Viktor quien estaba llamando pero no quería contestar, no quería hablar con nadie en este momento. Apenas entre a casa la señora Jackson estaba como de costumbre limpiando y realizando los quehaceres, considero que es la única persona que le da vida a este lugar después de todo, de tanta soledad. 

Subí a mi habitación y me tumbe en la cama, quería romper a llorar otra vez, gritar, sacar todo esto que me estaba consumiendo.