Por qué me enamoré de ti{Gemeliers}

Capítulo 1

-¿A dónde me llevas?-le pregunto a Jesús.
Él se limita a mirarme y sonreír. Me lleva cogida de la mano, por las ruidosas y pobladas calles de Madrid.
Esparamos en el paso de cebra a que el semáforo se ponga en verde. Cruzamos y vemos una pequeña carpa.
-¿Es ahí donde vamos?-pregunto.
Pero él vuelve a quedarse callado.
Suspiro. Y efectivamente, entramos en ese lugar, y puedo descubrir lo que es.
Mi novio me mira sonriente, como si estuviera esperando una respuesta por mi parte. Yo sólo le beso. Esa es la mejor respuesta que puedo darle. Pego un pequeño grito de emoción y corro a coger unos patines. Sí, me ha traído a una pista de patinaje sobre hielo. Dios, este niño es increíble.
-¿Cómo sabías que me encanta patinar sobre hielo?-pregunto.
-Tengo mis contactos-dice riendo.
-¿Te lo ha dicho mi hermano, verdad?
-Puede-río.
Ambos nos hemos puesto ya los patines, así que entramos a la pista. Jesús me coge de la mano, y me hace dar una vuelta sobre mí misma.
-¿Cómo es que no hay nadie más que nosotros?
Pero él, en vez de responder, vuelve a quedarse callado, mirándome y sonriendo. Es algo que hace mucho, pero a mí me pone nerviosa. Probablemente lo haga por eso.
-¿Me vas a responder o qué?-digo riendo.
Al ver que él comienza a patinar hacia el otro lado de la pista, le sigo, y cuando consigo alcanzarle, empiezo a hacerle cosquillas. No sé cómo, terminamos los dos tumbados en el hielo, riendo y haciéndonos cosquillas mutuamente. Nos levantamos, y Jesús me propone hacer una carrera.
-¡Preparados, listos... ya!-grito-Eh, eso no vale, tramposo.
Cojo carrerilla y alcanzo a Jesús. Le empujo contra la pared que tengo al lado.
-¡Bruta!-exclama.
-Te lo merecías- digo sacándole la lengua. Jesús se acerca a mí, me agarra del brazo y me junta a su cuerpo. Junta sus labios con los míos, y aquí estamos, dos tontos enamorados, pasando una de las mejores tardes de nuestras vidas en una pista de patinaje.