Capítulo 5

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   Era 31 de diciembre, último día del año. Suspiré. Toda la calle brillaba de lo blanca que estaba, con cada rayo de sol que travesaban esos pequeños cristalitos de hielo bastaban para que te quedaras ciego. Hacía frío, pero en casa se estaba bien. Estaba sentada en el sofá esperando a que Jesy y Perrie vinieran con las cosas para poder empezar a hacer la cena para esta noche. Yo ya fui a comprar hace dos días, ahora les toca a ellas. Y si, la cena este año era en nuestra casa. Vendrían todos, los chicos y nuestras familias, pero a familias solo me refiero a padres, la casa no es tan grande, si vinieran familias enteras, a la tercera que entrara por la puerta volarían personas. Esta cena es íntima, entre amigos de confianza. Estaba pensando en que hacer, según lo que trajeran las chicas haría una cosa u otra, depende. Eran las dos de la tarde y Perrie y Jesy aún no habían llegado, me estaba empezando a desesperar. Al cuarto de hora escucho la puerta abrirse y a una Perrie fresca y a una Jesy enfadada. Dejaron las bolsas en la encimera y se quitaron las chaquetas, volvieron a la cocina.

– A ver... – dije – ¿Qué habéis comprado?

– Pues... – Jesy miró a Perrie con preocupación – la verdad que no encontramos gran cosa.

– ¿Sabes hacer langostas? ¿Y canapés? ¿Y suflés? – dijo Perrie de golpe.

– A ver, a ver, a ver... – las miré con los ojos como platos - ¿Se puede saber que habéis comprado? Se cocinar pero no soy experta, y a parte, vosotras me ayudareis, no os vais a escapar.

– Bueno, hemos comprado foie, langostas, gambas, lechuga, tomates, mantequilla, cigalas, salmón ahumado, caviar, carne, pescado... – dijo Jesy mirando lo que había dentro de las bolsas.

– ¿Qué tipo de carne? – pregunté.

– Cordero y ternera, y algo de cerdo.

– ¿Y de pescado? – volví a preguntar.

– Bacalao para hacer escalibada, atún, angulas del norte, rape, y me parece que ya está – dijo Jesy.

– Muy bien, y ¿qué podemos hacer con todo esto? – preguntó Perrie.

– Pues... – me quedé pensando, pensé – Cordero al horno y patatas, entrecot a la plancha, escalibada, atún marinado al estilo mediterráneo, canapés, suflé de gambas... ¡Perfecto! A cocinar se ha dicho.

Nos pusimos ropa cómoda y nos reunimos en la cocina, pusimos música y empezamos a cocinar. Jesy hacía la escalibada y el suflé de gambas, Perrie hacía los canapés, y yo hacía el cordero al horno y con ayuda de las tres hacíamos el atún, los entrecots los haríamos en la cena si alguien quería. Íbamos bien de tiempo, la escalibada, y los suflés ya estaban hechos, los canapés estaban en ello, el horno hacía el cordero, así que, sólo nos quedaba el atún. Nos pusimos manos a la obra y seguimos paso a paso para hacerlo y no cagarla. Pusimos el atún en la plancha ya barnizados con el aceite de oliva virgen extra, y al darle vuelta y vuelta le pusimos los demás ingredientes, y lo dejamos unos quince minutos a fuego medio lento. Eran las siete de la tarde, nuestros familiares empezarían a venir a partir de la nueve. Cada una subió a su habitación y se preparó para la gran noche que nos esperaba. Me duché, cuando salí del baño me puse mi ropa interior, era negra a juego, me vestí con un vestido de palabra de honor azul marino fuerte junto con unos zapatos de tacón del mismo color. Me planché el pelo y me hice algún que otro tirabuzón. Me maquillé, me puse el colorete rosado, los labios color cereza y me hice la raya y me puse el rímel. Ya estaba lista. Sonó el timbre, y justo a tiempo, pensé. Me puse colonia y bajé a abrir la puerta. Por lo visto las otras dos aun no estaban listas. Abrí la puerta y me encontré con nuestras madres.

Just a dream...? (Jarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora