S E V E N

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-Osea, cuentame.
-No Josh. Que vergüenza.
-Pero andar haciendo tus puterías no te da pena.

Me levanté molesta, a veces odiaba a Josh porque quería saber todo lo que hacia incluso a veces meterse en mis problemas y enojarse porque no hacia lo que el decía.

Caminé hacia mi auto y me dirigí al centro comercial, comencé a caminar por los pasillos buscando algo que llamara mi atención para entretenerme y entonces lo vi.

Ahí estaba ese hombre, el desconocido, dos parejas lo acompañaban pero el iba solo.

Que extraño, no era feo. El solo veía su celular mientras las parejas comentaban entre ellas. Que incómodo sería ser el.

Seguí mi camino entrando en una tienda de lencería, necesitaba llenar mi arsenal para seducir al desconocido sexy.

Mis ojos viajaban por las prendas que tenía enfrente, tratando de escoger alguna que fuera del agrado del desconocido.

La señorita que atendía me estaba poniendo nerviosa caminando detrás de mi.

-Yo le aviso si necesito algo, gracias. -Le dije educadamente para que me dejara escoger sola. Ella asintió dándome una sonrisa y regresó a su lugar.

Mi atención se dirigió a un conjunto de dos piezas de encaje negro con transparencias. Lo tomé entre los dedos, demasiado lujoso, pensé y lo volví a poner en su lugar.

Minutos después sentí a la señorita otra vez detrás de mi y la pieza que había dejado en su lugar apareció en mi campo de visión tratando de que yo lo tomara para llevarlo.

-Le dije que si la necesitaba le hablaba.

Giré sobre mis talones y lo vi ahí parado frente de mi.

-Este me gusta, ¿estás comprando ropa para mi?

Mi tono rojo subió a mi cara y lo miré con sorpresa.

-¿Qué?
-Este me gusta. Llevalo.
-Pero no me gusta -mentí.
-Bueno entonces lo compro yo.

Me lo quitó de las manos y caminó había la caja. Donde la señora nos veía sonriendo.

Caminé detrás de él y le di un golpe en el hombro.

-¡No! No lo compres.

El me miró y soltó un suspiro mientras se recargaba en el mostrador.

-¿Por qué no?

Sabía que no le diría las verdaderas razones frente a la señora.

-Por que no es mi talla.
-Oh, elige tu talla.

Me crucé de brazos y Torcí mi boca.

-Te dije que no me gusta ese.
-Escoge el que te gusta entonces.
-No quiero que me compres eso.
-¿Entonces que quieres que te compre?
-¡Nada! ¡No debes comprarme nada!
-Anda bebé, deja que papi te compre algo.

Se acercó a mi envolviendome en un abrazo como si fuera su hija, lo que hizo que me enojara mas y me soltara enseguida. La señora nos veía entretenida.

-Va a ser este u otro, pero de aquí no sales sin uno.
-¡Oye! ¡te dije que NO quiero nada! Gracias.

Fruncí el ceño y caminé hacia la salida, el me tomó de la mano y me envolvió con su brazo sobre mi hombro. Yo era muy pequeña sin tacones, la señora debe estar muy divertida.

-Señora, disculpe que la tenga que molestar, usted debe saber mas de esto que yo. Quiero comprar esto -alzó el conjunto de encaje frente a la señora- para mi hermosa novia -posé mi mirada fuera de la tienda aun enojada- ¿puede por favor decirme la talla que calcula usted que es ella?

La señora río divertida y yo Suspiré.

-Claro joven, espere aquí.

En seguida regresó con la talla correcta, maldita señora.

Mi vista seguía fija fuera de la tienda. Cuando mi mirada se posó en dos parejas que nos veían divertidos riendo. Putas puertas de cristal.

Dirigí mi mirada al frente, el desconocido no había soltado su agarre hacia mi mientras pagaba.

Caí en la cuenta entonces, las dos parejas eran los amigos de él.

Me dio la bolsa que contenía mi "regalo" y me apretó hacia el.

-Hey inteligente, ahí están tus amigos.

Justo se asomó una mujer rubia con los labios pintados de rojo, su sonrisa era enorme y el desconocido me giró levemente en su dirección.

-Hey Justin, ¿Por qué no nos dijiste que tenias novia?

DARKROOM ☆ JB •HOT•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora