Jamás creí que llegaría a reír, pero hoy lo hice, gracias a Ray.
El siempre fue un gran amigo, y nunca me ha dado la espalda...
Me ha apoyado desde el primer momento, en todas las situaciones.
¿Recuerdas cuando le confesamos que estábamos enamorados el uno del otro?
La enorme sonrisa que se formó en su rostro quedó plasmada para siempre en mi memoria.
El también te quería mucho Frankie, no de la misma manera que yo, obviamente, pero te quería.
Siempre te ha protegido, al igual que yo, porque aunque querías parecer fuerte, tan solo eras una pequeña pieza de porcelana con miedo a romperse.
Pero al final, terminaste roto, y no sirvió de nada nuestra protección.
ESTÁS LEYENDO
95 días sin Frank.
Random95 cartas sobre una fría lápida, escritas por un loco enamorado, dedicadas a un cuerpo sin vida.