Día 24.

747 122 3
                                    

Te conocí como a cualquiera, sin buscar nada, y terminé queriéndote como a nadie, encontrándolo todo, mi pilar principal.
Apareciste como un rayo de sol en aquella penumbra que inundaba mi vida entonces.
Sacrifique cada parte de mi corazón para entregartelo a ti, porque no me daba miedo que me rompieras en miles de pedazos, corrí ese riesgo pese a todo.
Y así lo hice, me entregué completamente a ti, en cuerpo y alma.
Sigo perteneciendote, porque todavía sigues teniendo todo de mi, mi corazon, mi alma y mi cuerpo.
Ahora mismo solo soy un trozo de carne que vaga entre las habitaciones de una fria casa.
Necesito con urgencia tenerte junto a mi para poder recuperar el aliento.

95 días sin Frank.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora