Capítulo 5

99 21 7
                                    

Lucas' POV

Fui a mi habitación, muy feliz después de mi ruptura con Lena, y me encontré a Hans.

Lo abrazé y me dijo:

-¿Y esta euforia a qué viene?

-Esta euforia viene a que tenemos que quedar en la cafetería para celebrarlo, ¡he dejado a Lena!

-¡Por fiin! - se tiró al suelo como si hubiese ganado un premio súper importante y simulaba estar llorando.

-¿Puedes dejar de hacer el tonto?

Él seguía celebrando que yo había dejado a Lena.

-¡¿Has acabado?!

-Emm... Seah, ya lo he celebrado y he llorado. Sólo falta llamar a las chicas y quedar en la cafetería.

-¿Gastar saldo? Ñeh, no me mola. Les mandamos un WhatSapp por el grupo y... ¡ya está!

-Vale.

Cogió el móvil y empezó a escribir algo, cuando acabó, dijo:

-Ya, puedes leerlo querido amigo- dijo con tono solemne, haciéndose el importante.

Puse los ojos en blanco, era tonto, pero era mi mejor amigo.

<<¡Chicaas! ¡El subnormal de Luc por fin ha recapacitado! ¡Aaaleeluuyaa! *Invoca a todos los ángeles para que canten por él* En la cafetería a las 5 pm, para que nos cuente todos los detalles. *Vieja cotilla: modo on* :)>>.

Negué con la cabeza reprimiendo una sonrisa, este muchacho no era común, por eso me caía tan bien.

****************

Ya eran las 5 de la tarde, me dirigía a la cafetería y por el camino me encontré a Renée, la mejor amiga de Lena. Renée era un poco más alta que algunas de las chicas de su clase. Su pelo moreno con mechas californianas le caía en cascada por parte de su espalda, sus ojos ambarinos me miraban con algo de admiración.

-¿Por qué has dejado a Lena? - me reclamó.

-Agg... Tú también no, ¡por favor! Ya he aguantado mucha superficialidad. Si no quieres decir nada mejor, márchate.

-En realidad... Si quiero decirte algo...

-¿Qué?

-Ayúdame a librarme de ella, ya no la soporto más.

-Vale. Mañana a las 8 de la tarde en la entrada, sé disimulada, no nos pueden pillar.

-Okey, gracias Lucas.

-De nada Renée.

Llegué y me senté junto a Gio y a Dia que me miraban contentas.

-¿Y Hans? -pregunté.

-No ha llegado todavía- me contestó Gio.

Y... ¡Oh! ¡Qué casualidad! Por favor, lo nombrabas y aparecía de la nada. Lo mejor de todo es que iba acompañado de una chica de piel bronceada, ojos azules y un pelo que llamaba la atención, ya que era pelirroja con reflejos anaranjados y cobrizos, aún así, era muy guapa.

-¿Qué pasa chicos? - dijo mi mejor amigo, - ella es Anne.

-Hola Anne, soy Giovanna.

-Yo Dianne.

Me miró, esperando a que me presentase, intenté sonreírle para no ser descortés, pero me salió una extraña mueca, me incomodaba su presencia en este momento, con mis amigos.

-Yo soy Lucas - le dije. - ¿Eres californiana, no?

-Si, de San Diego.

-¿California es bonito?

-Si... Hay paisajes que son muy bonitos, sobre todo al atardecer...

Creó que ese tema la incomodaba por algo, ya que bajó la mirada y se sentó en la silla que estaba en frente de la mía, los demás no se dieron cuenta, pero yo si.

-Así que ya la has dejado, por fin - me repitió Hans. - Cuéntamelo todo, tío.

Lo fulminé con la mirada, no quería contar nada en su presencia. La chica se dio cuenta porque dijo que se marchaba, Gio intentó que se quedase, pero fracasó en el intento.

-Podrías haber sido un poco más amable, ¿no? - me dijo Dianne.

-No quería contarlo con ella delante, es una extraña...

-No tiene amigos, Lucas, e intenta hacer, ¿por qué no la has aceptado? - siguió diciéndome Hans.

-¡Vale! Puede ser nuestra amiga, pero hoy sólo voy a hablar con vosotros.

-Empieza.

Les conté lo que le había dicho, todo, menos lo de Renée, quería averiguar lo que tramaba antes de decirles algo a ellos, ya no confiábamos en ella, no era trigo limpio.

Antes de irnos, Giovanna me cogió del brazo:

-Mañana, lo más pronto posible, te disculpas con ella. ¿Capicci?

-Si, si, lo he entendido. Mañana voy a verla y me disculpo.

-¡Eso es! Genial.

Me dio un beso en la mejilla y se marchó dando saltitos, muy feliz por haber cumplido con su cometido. Ella también era muy especial. Una sonrisa se asomó en mis labios, me había mejorado el día con sus payasadas.

Algo que esconderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora