Capítulo 11

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Anne's POV

Empecé a escuchar a alguien gritar y me desperté algo desorientada, no era la primera vez que me pasaba, llevaba ocurriéndome desde que tenía diez años y todo empezó o acabó, para mi eran las dos partes, empezó cuando él se acercaba a mi, a jugar y después nació May y acabó cuando mi vida dejó de tener sentido y solo hacía todo y lo seguía resistiendo todo por May, por mi pequeña pelirroja de ojos verdes. Solo porque ella no pasase por lo mismo que yo. Me di cuenta de que los que estaban en mi habitación eran Lucas, Giovanna, Dianne y Hans, también se encontraba otra persona allí, creo que la compañera de habitación que me asignaron y que nunca se dignaba a presentarse allí. Escuché su historia sin que nadie notase que estaba despierta. Cuando acabó de contarlo, supe que en el momento en el que tuviese que contarle algo a alguien de como me sentía, ella sería una de las personas adecuadas, aunque no confiara, por eso nunca lo iba a contar.

Me levanté, con bastante esfuerzo, porque ya no estaba acostumbrada a que me pasase y me apoyé en mi escritorio, provocando que un libro que había allí cayese al suelo y consiguiendo que todos me mirasen y Gio me preguntase:

-¿Cómo te encuentras?

-Estoy bien.

-¿En serio? No lo parece.

-Sé manejarlo, no es la primera vez que me ocurre.

Sonreí, aunque no fue una sonrisa sincera, porque en ese momento me hubiese gustado estar sola. Aún así, dije, intentando que volviesen al tema anterior, Renée:

-Si yo fuese alguno de vosotros, perdonaría a esa chica. Yo creo su historia, porque no creo que...

Dejé mi frase en el aire. ¿Cómo podía pensar si quiera en lo que iba a decir? Si podía creerlo, no era la primera vez que me ocurría.

-No creo que... ¿Qué? - me preguntó Hans.

-No creo que haya que ser rencoroso y a veces, todo el mundo necesita una segunda oportunidad y alguien que los escuche.

-Eso no es lo que ibas a decir - me reprochó Lucas.

-Gracias Anne - me dijo Renée y me miró con alegría en sus ojos. - Creo que necesitas sentarte, no tienes buena cara.

-Me encuentro bien. Voy a la cafetería a comprar algo para comer.

-¿Quieres qué vaya contigo? - me preguntó Giovanna.

-No, gracias - hice un intento de sonreír, aunque deje de hacerlo en cuanto noté que mi cabeza volvía a dolerme con más fuerza esta vez e hice una mueca, que Dianne supo interpretar.

-Que vaya alguien a comprarle algo para que coma, porque ella no va a salir de esta habitación ahora. No se encuentra bien.

-Voy yo - dijo Hans.

-Pensándolo mejor, porque no vais todos mientras yo me quedo con ella.

-Venga, todos fuera. ¡Vamos, vamos! - los urgió Giovanna porque también sabía que me ocurría algo. Maldito sexto sentido de las personas...

Cuando nos quedamos solas Dianne me dijo:

-Sé que seguramente no sea la primera vez que te ocurre esto y que es desencadenado por algo o alguien del pasado, probablemente.

-Y no te equivocas Dianne.

-¿Quieres hablar?

-No, no me siento preparada para hablar de mi pasado, ese que hizo que me cerrase y no cuente nada a nadie desde que tenía 10 años.

-A mi hubo algo que me marcó también... Me hizo ser quien soy ahora, aunque duele recordarlo.

-Cada uno vive su infierno de distintas maneras Dianne. Pero todos viven uno, dure más o menos y marqué tu vida para siempre o solo para un pequeño período de tiempo.

-Cuando quieras contar el infierno que pasaste puedes hablar con nosotras.

Suponía que era con ella, obviamente, y con Giovanna. Pero no creo que nunca llegase a contarlo. He pasado demasiado y he dejado de confiar en todas las personas de mi alrededor. Excepto de mi pequeña May, ella no tiene la culpa de nada, ni mi madre, pero ella lo consiente aunque no sepa que  también me ocurre a mi.

Para entretenerme me dijo que la dibujase, y eso fue lo que estuve haciendo, aunque no lo acabé, hasta que llegaron los chicos con la comida, varias chocolatinas y un sándwich, que me hicieron comer hasta que ya no pude más y después se marcharon, dejándome sola y haciendo que ya no volviese a expresar tanto mis emociones. Mis ojos volvían a estar llenos de dolor, recordando como ocurrió todo hace 4 años y como mi madre empezó a hundirme, porque nunca pude contarle la verdad...

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¡Hola! Aquí está el nuevo capítulo, mejor tarde que nunca, ¿no? Muchos exámenes y poca inspiración, eso es lo que me ha ocurrido para no subir antes, pero pronto tendréis otro capítulo y la bomba no va a tardar mucho en explotar...

Algo que esconderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora