Capítulo 5: A donde fluya la sangre

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Olivia:

Después de soportar toda una mañana de gritos de Adrianna, por fin pude tener un poco de paz cuando decidimos empezar a arreglarnos para la noche de póker. Esta noche no era nada especial, una de muchas, pero Adri había dicho que tenía que lucir sexy para Jax. Lo cual no entendía y seguía pensando que no tenía sentido, yo siempre luzco sexy (JA, mentira, pero lo digo porque es bueno para mi autoestima). Se podría decir que tuve una mañana muy emotiva por culta de Jax, pero a decir verdad decirle casi todo me había sentado muy bien. Obviamente me había saltado la parte del problema que era él, no hacía falta tanta información ¿no?

Me había puesto un vestido de otoño, de manga larga de encaje, pero que llegaba por la mitad de mi muslo. Era azul oscuro brillante, que quedaba bonito pero sin excederme para la ocasión, conjuntado con unas medias negras, unas botas, y una chaquetilla fina. Adri me estaba haciendo una trenza de espiga de medio lado, mientras que nos reíamos.

-Entonces... ¿crees que por fin tienes una oportunidad con él?- me dijo mientras que colocaba unas horquillas en mi pelo, hice una mueca tanto por la horquilla que me hacía daño como por la pregunta.

-Gracias, amiga. Dicho así parezco muy patética- me sonrió cuando lo dije, pero noté un pequeño matiz en sus ojos cuando me dijo:

-¿Qué?, no quería que sonase así, pero sé lo que es que te encante alguien que no se va a fijar en ti, por diversas razones. Al menos tú sabes que es por tu hermano.- Adrianna siempre había estado enamorada de mi hermano, ya sea porque siempre nos protegía, o porque había sido la única figura masculina estable de su vida. Ella no sabe que lo sé, pero se nota mucho en la forma en la que a veces lo mira, como si fuese un premio, algo preciado e inalcanzable.

Adri cree que es imposible, un amor platónico de manual, pero sin duda el tipo más bonito de amor, un amor que da todo sin esperar nada a cambio, un amor que es sincero, y un amor que destroza a uno, porque quiere que la otra persona sea feliz, bajo cualquier circunstancia. El tipo de amor que espera la felicidad del otro, aunque no se lo pueda proporcionar uno mismo.

Sinceramente, yo siempre he visto un deseo oculto de mi hermano por Adri, aunque no me extraña, ella es guapísima, cuerpazo, morena, piel broceada, ojazos azules. Con ojazos me refiero a OJAZOS, tenía una especie de aro azul oscuro en el exterior pero a medida que su ojo de acercaba a la pupila, se volvía más clarito, incluso si te fijabas mucho te dabas cuenta de que tenía matices miel alrededor de sus ojos. Aunque todo esto me lo contó una vez mi hermano, se había emborrachado y me tocaba cuidarlo, nunca me fije en los ojos de Adri, hasta el día después, y tenía razón el muy cabrón, así que la que pregunta es ¿qué coño hacen que no están juntos si ambos se gustan?

-¿Así? ¿Adri de quién estás enamorada tú?- le pregunte cuando terminó mi trenza.

-No estoy enamorada- me dijo mientras que rodaba los ojos, pero sonrió con timidez cuadno siguió- Ayer conocí a alguien en la discoteca, bueno le conocía de antes, pero ayer me lo encontré otra vez. Nos llevamos bien y creo que vamos a intentarlo- me quedé con la boca abierta, joder eso sí que no me lo esperaba. Jodeeeer, eso no le va a gustar a Lucas, bueno a ver si así reacciona. Uff, que mala soy. Sonrío internamente porque de verdad soy mala. Aunque si que espero que por fin reaccione.

-Guau, Adri, me alegro por ti. Me lo tienes que presentar, eso indispensable.- me sonrió con una sonrisa sincera, con esa sonrisa que no ves todos los días. Lo que más me gustaba de Adri era como era como persona, es buena, dulce, y amable. Me levante y la di un gran abrazo, por esa chica que intenta ser fuerte por todos, por esa chica que quiere hacer reír a todos, porque algún día ella encontrase la felicidad que se merecía.

Tardamos un cuarto hora más en estar preparadas, cuando por fin llegamos a casa de mi padre, llamamos a la puerta. Cuando se abrió la puerta me encontré al hombre que había luchado por mí y mi futuro desde que tengo memoria. Ahora más que nunca, con el recuerdo de mi madre fresco en mi memoria, abracé a mi padre porque él siempre había querido ser fuerte por mí, siempre había puesto mi felicidad por encima de la suya.

-Hola, Pitufina. Te he echado de menos- su susurro era suave pero fuerte y seguro. Me acurruqué en su cuello y apreté mi abrazo asfixiador de serpiente un poco más, él no se quejó, y me devolvió el abrazo. Durante nuestro intercambio, Adri había pasado dentro de la casa y ya se encontraba discutiendo con mi hermano, aah que buena pareja, parecen un matrimonio de 20 años.

-Hola, papi. Yo también te he echado de menos. –dije cuando me solté, le di la bolsa. –Te he traído comida para toda la semana, así no hace falta que pidas a domicilio todos los días.

Me sonrió dulcemente, me dio las gracias y un beso en la cabeza. Por norma cocinaba yo cuando vivíamos todos en casa, mi padre es estupendo pero eso de cocinar... como que no se le da muy bien que digamos.

Entramos en el salón y me senté en el sofá para ver el partido con los chicos, mientras que Aiden pedía una pizza. Diooos amaba los domingos, futbol americano, póker, pizza, sin duda un día indispensable de la semana. Adri estaba en la terraza con Lucas, donde les tocaba organizar la mesa de póker, ya sabes cartas, fichas, dados, etc. Aiden estaba al teléfono pidiendo la pizza, James no había llegado aún, y no veía a mi padre por ningún lado, supongo que estaba poniendo la comida en la nevera. Estaba sola en el sofá, viendo el partido y grito cuando los Broncos marcan un touchdown, me levanto y empiezo a bailar. En mitad de mi baile del touchdown, veo a alguien apoyado en el marco de la puerta. Es Jax, con una sonrisa divertida me mira mientras que espero que el universo me haga un favor y habrá el suelo bajo mis pies, y me trague la tierra. O mejor que se lo trague a él.

-Vaya Ol, tus técnicas de baile son muy... ¿cómo decirlo? Muy... especiales.-cuando lo dice noto como mi sangre sube por mi cuello y se posiciona en mis mejillas.- Pero Olly, no te sonrojes, lo decía en serio, son sexys.- Cabrón, ya sé que estoy roja, no hace falta que me lo recuerdes imbécil. Me aclaro la garganta.

-Jax, ya sé que te seduzco, pero no te preocupes luego te haré un baile privado solo para ti- le digo, y para reafirmar mi punto le guiño un ojo y luego me doy una palmada en el culo.

Se queda petrificado, y puede que toda mi sangre este en mi cara, pero sin lugar a dudas toda su sangre se ha acumulado en otra parte de su cuerpo.

-Jax, creo que deberías ir a tomar una ducha. ¿Ya sabes donde esta o necesitas que te guie?- le digo a punto de explotar de risa. Él me mira, se ríe por lo bajo cuando sacude la cabeza, y se pasa una mano por el pelo. Luego me mira, y noto como sus ojos bailan de felicidad.

-No, gracias. Creo que me sé el camino.-Me sonríe y se va. Por fin puedo soltar la carcajada que me guardaba.

Sé que ha sido un capítulo muy cortito pero intentaré subir uno en cuanto pueda. Pero necesitaba una pausa en el capítulo, para luego empezar con algo subiditooo de tono (no tanto pervertidooos). ¿Os esperabais lo de Lucas y Adri? Ahí también hay juguillo, pero tendréis que esperar. Como todos, hay muchos secretos por descubrir.

Podéis deducir e intentar averiguar que va a pasar.....

Espero que os guste

Besitooos



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