12 de octubre

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No recuerdo casi nada de lo que pasó anoche, llegué al lugar indicado y me encontré con la persona indicada, hablamos y hablamos mientras caminábamos por las calles húmedas y vacías, ella era una fantástica chica, o así parecía...
Cuando paró de llover fuimos a una plazulea cerca a un faro, había un silencio único que ambos disfrutábamos, y le pregunté:
-¿Alguna vez amaste?
- Jamás.
El silencio volvió a cubrir la escena.
-¿Te ha atraído alguien alguna vez?
-Jamás.
Me ponía nervioso con sus respuestas tan frías, pero había una historia en aquellas palabras que confundían tanto.
Sabía que era la clase de chica que no pensaba mucho en otras personas, y eso me dolía un poco, porque tampoco pensaría en mí.
Estaba tan sumergido en la mente de otra persona a la cual no entendía totalmente, que no noté cuando ella se alejaba un poco mientras me veía tan triste y serio.
-¿Qué hora es?
-¿Te importa tanto?
-Un poco, quizás sea hora de irme.
-¿Te quieres ir?
-No.
Caminamos en silencio y sólo se escuchaban los charcos de agua que pisábamos.La verdad me causaba mucha curiosidad aquella chica que estaba a mi lado, sentía su presencia tan firme y distante que parecía estar en cuerpo pero no en espíritu, su mente volaba por un mundo infinito de preguntas y respuestas que ella se hacía sobre el mundo.
El camino era largo, eso me agradaba, así estaría más tiempo con ella, pero el camino se acabaría tarde o temprano...
Yo relacionaba a esa chica con el color esmeralda, por alguna extraña y desconocida razón.

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