Había sufrido bastante al callarme en ese momento.
La imagen de ella sonriendo a todos con hipocresía me llenaba de odio, pero no podía enojarme con ella...
Me odio por eso.
Quizás deba olvidarme de las personas.
La mejor solución a mi vida es no vivir otra. Soy Lucass Galia, no soy otra persona para actuar así, soy muy tonto al pensar que entraría en una vida llena de mejores personas, o personas iguales.
Okay, comencemos me dije.
Era el inicio de un nuevo año.
Primer cuarto día en la Universidad...
Comenzó con lo típico, muchos saludos, mucha emoción y mucha flojera.
Por mi parte todo estaba bien.
Me considero una buena persona, mi pasado era muy tonto, "chico depresivo", "chico enamorado", chico tonto pero, todo enseña algo, el secreto, es darse cuenta.
Pasé y me senté en uno de los primeros lugares para prestar atención.
Como cada año el salón se divide en tres partes, adelante los que escuchan, al medio los que prestan a veces atención y atrás los que no dejan de hablar o mandar mensajes.
El profesor ingresó e hizo callar a casi todos, porque no todos tienen respeto por un maestro.
Comenzó su clase y estaba emocionado, era una de mis materias favoritas; no soy un estudiante fabuloso o destacado, me esfuerzo en lo que me importa y gusta, lo demás se puede ir a la mierda, al final no necesitaré todo lo que enseñan para ser alguien exitoso, o al menos importante.
Acabó la mañana de clases y decidí volver caminando a mi pequeña casa. Al ir me encontré con un amigo de la secundaria, estaba emocionado al verme, y yo...bueno...apenas lo recordaba, tengo mala memoria con las personas, me contó que vivía cerca a mi casa, entonces decidimos ir juntos por precaución.
La tarde me la pasé escuchando música que se ha vuelto un pasatiempo y haciendo tareas.
La noche fue un poco extraña, creo.
Estaba solo y decidí que quería un perro, entonces salí a buscar uno.
Pero en la búsqueda del perro encontré un gato, y como ya era tarde y quería dormir, me lo llevé, lo llamé Esteban.
Y dormimos juntos en mi cama, obvio después de bañarlo y darle de comer.
