Como toda típica historia, tiene un fin. No me gusta eso, es una buena excusa para los cobardes, "todo acaba", es cierto, pero hay finales más próximos que otros, y siempre se puede llegar al fin más tarde.
Otra noche igual, sin ser yo, buscando distracción y entretenimiento para complacer mi desdichada mente que busca pensar a toda costa.
Salía de mis clases y me fui para la plaza, no es lo que creen, había una exposición sobre Apolo 11. Una compañera del colegio me acompañó y nos quedamos viendo los stands. Al por fin recibir mi bolsa ecológica que era lo que quería, nos fuimos para tomar un bus cada uno y separarnos, en eso encontramos a otras dos compañeras que pasaban por ahí, como estábamos aburridos y sin nada que hacer las seguimos calle arriba a un salón de belleza. En el trayecto nos topamos con otras tres compañeras nuestras, hablamos un momento.
Tomé el bus como de costumbre aunque este me fastidió mucho por el poco espacio que había.
Típico en mí, perderme en estas cosas para no pensar, qué haré.
