Cap. 17 Sería de por vida.

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Pues... Ahí estaba, en frente de la puerta de la habitación de Draco. No porque quisiera. Más bien me sentí obligada pues la opción de que él apareciera en la mía no me tentaba en absoluto. Y menos con Ver pululando por los alrededores. No, de ninguna manera.

Tomé un suspiro profundo y llamé a la puerta con los nudillos.

-Empezaba a pensar que tendría que salir a buscarte. Llevas como diez minutos mirando la puerta -dijo el rubio apoyado en el marco con una sonrisa que me iba a volver loca -. Pasa, ya has visto suficiente pasillo por esta noche.

Sumisamente, pasé sin decir una palabra y me senté en la cama de Draco sin saber muy bien qué decir ni hacer.

-¿Estás bien?-me preguntó agudamente.

-Sí... -respondí. Digamos que no me creyó ni por un segundo pero prefirió no decir nada.

Lo cierto es que iba a estallar de nervios por culpa de Ver.

"Esta noche vas a perder la virginidad." "Ya verás tía, es lo mejor que te puede pasar en el universo. A no ser que te vuelvas una ninfómana, en cuyo caso te llevaré a la ASAA: Asociación de Sexadictos Anónimos. Pero tranqui, que iré contigo."

"Por cierto, te va a doler un cojón. Yo lloré y todo. Y una amiga le dijo al tipo con el que se estaba acostando que se la sacara que no aguantaba el dolor."

"Pero oye, que esta noche caes de fijo. tranqui."

Pues no había conseguido tranquilizarme para nada. Era un manojo de nervios.

¿Realmente Draco me ha citado en su habitación para que me acueste con él? Quiero decir, la mía también tiene cama...

¿Es Draco el indicado?

¿Quiero hacerlo con él?
Dios . A eso la respuesta es . ¿Pero estoy preparada?

¿Me abandonará después?

-Hermione. Eh, tú. ¿Hola? Tierra llamando a Hermione, ¿estás ahí?

Iba a responderle cuando sus ojos entraron en visión con los míos y me besó. El mundo debió de frenar en aquel instante porque nada en el mundo importaba. Mis pensamientos desaparecieron como humo y sólo estaba Malfoy besándome suavemente, como si fuera plumas sobre mis labios. Le agarré del cuello automáticamente para que no se me escapara y empecé a recostarme sobre la cama con Draco encima de mí.
El beso empezó a tomar velocidad y el ambiente se caldeaba. O puede que sólo fuera mi piel. Me daba igual.
Subí mi rodilla a un costado del rubio y él llevó su mano a mi muslo apretándolo contra sí.

Hermione, algún día nos casaremos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora