Capítulo 7

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Capítulo 7: Una comida grupal

—¡¡AHHG!! ¡¡Te haré morir virgen!! —Gritó la chica de cabello multicolor mientras se lanzaba contra la rubia quién, con un poco de fuerza, la volteo dejándola en el piso aplastada sentándose sobre su espalda— ¡¡Suéltame, eres una maldita!! ¡¡Espera a que te ponga las manos encima rubia oxigenada!!

—En mi primer lugar soy natural y en segundo quizás sea lo mejor —Dijo la rubia cruzando las piernas mirando a la chica de cabello rosa esponjado quien las miraba divertida— Aprende de Pinkie Pie, a ella le acabo de avisar al mismo tiempo y no están comportándose con una niña malcriada

—Entre más es mejor en realidad, además Dashy te he visto ver a la chica picarona... —Se burló Pinkie mientras se arrodillaba frente a la deportista y mientras movía su cadera como si fuera un perrito empezó a picarle la mejilla con uno de sus dedos— Si no te conociera diría que tú y Dash la ven de forma especial y tienen algún tipo de competencia

—¡¡Q-Qué estás hablando Pinkie!! —Gritó la deportista levantándose de golpe totalmente sonrojada botando a la rubia de su espalda en el proceso— No digas tonterías... solo... —Rascó de manera nerviosa su nuca— Solo la encuentro algo linda... ¡Solo eso!

—Claro —Se burló la rubia— ¿Y por eso te preocupaste por haberla enfrentado y dejarla triste esta mañana? —Preguntó mientras de sobaba los glúteos adoloridos ante el golpe— Acéptalo, te pones celosa que vea a Dash y no a ti

—E-Eso es por... —La deportista miró a sus dos amigas de una a otra— ¡¡Ahg no digan tonteras!! —Terminó diciendo mientras golpeaba de forma juguetona el brazo de su amiga antes de tomar un pastel sentándose con las piernas cruzadas— Mejor comamos que ya tengo hambre

Riendo suavemente las amigas de Rainbow la siguieron, y sentándose, comenzaron a comer con ella. Ambas sabían que su amiga tenía una seria debilidad por la gente inocente o más bien tímida y Fluttershy era simplemente la fantasía encarnada de esta atleta con una dulce voz, luciendo frágil y timidez, pero con gran fortaleza lo que había mostrado al defender a Dash.

De pronto alguien carraspeo tras ellas y al voltearse se encontraron con Twilight, Rarity y -tras estas- una escondida Fluttershy. Las tres traían consigo bandejas con comidas y sus bolsos.

—¡¡Genial, ya llegaron!! —Gritó con alegría Pinkie acercándose a las chicas y empujándolas hasta sentarlas a su lado en el suelo— Las esperábamos

—Lamentamos la demora —Murmuró Twilight mientras observaba divertida a la chica de cabello rojos y esponjoso— Había mucha gente en el casino cuando llegamos

—Gracias por habernos invitado a compartir con ustedes Applejack —Agradeció Rarity de manera cortés mientras sacaba de su bolso una botella con néctar y se entregaba a la rubia— Sé que te será de gran ayuda

—Gracias y no es nada —Applejack aceptó la botella riendo agraciada antes de darle una palmada juguetona en la espalda a Rarity dejándola atónita por su acción— Además es bueno para Rainbow hacer amigas en su nuevo salón, así no estará tan sola

—Si jaja —Río de manera forzada la deportista— Muchas gracias por todo amiga —Continuó abrazando a Applejack y pellizcando su mejilla algo fuerte provocando una mueca en la rubia— ¡Siempre tan buena conmigo! —Luego la soltó para mirar al grupo recién llegado mientras se sentaba al lado de sus amigas— Ahora que me recuerdo no estuvieron en todas las clases, si quieren les puedo prestar mis apuntes

—¿En serio podemos Rainbow? —Preguntó Twiligh mirándola agradecida, para luego cruzar miradas con sus amigas y sonreírles algo avergonzada— Te lo agradeceríamos mucho en realidad

—No es nada, en realidad en parte es mi culpa el que no estuvieran en clases —Avergonzada sacó los cuadernos mientras miraba de reojo a Fluttershy

—¿En parte? —Repitió Pinkie mirándola como si hubiera escuchado lo más gracioso en su vida, riéndose bastante fuerte— Dashy es porque no sabes controlar tus emociones que fuiste grosera al responder sobre tu s...

—¡¡Hermano!! —Interrumpió Applejack tapando la boca de Pinkie con un pedazo de mofín para que no siguiera hablando— Sobre tu soberbio hermano Dash

—Bueno...si, sobre eso... —Miró a Fluttershy y le dedico una suave y arrepentida sonrisa— Lo siento Fluttershy, Dash y yo... somos... bueno somos uno pero no somos lo mismo y me molesta en cierta parte que solo se hable de él. Pero no es excusa para haber sido tan ruda, lo siento por todo esto

—Yo... igual lo siento Rainbow... —Susurró la menor mirando a la chica, a pesar de lo ruda y grosera que se mostró, parecía que no era siempre así. Ahora que estaban de frente tenía la oportunidad de conocer más a esa chica y su hermano— Creo... que te he juzgado mal y lo siento mucho

—¡Genial! Ahora que todo está bien, podríamos juntarnos para conocernos mejor —Gritó emocionada Pinkie— ¡¡UNA FIESTA!! Eso es lo que necesitamos para poder afianzar esta amistad, con torta y pizza, mucha bebida, jugo de manzana y... —La chica sacó una libreta de su mochila y comenzó a escribir en esta todo lo que hablaba— Varias películas de fantasía, terror, acciones y ciencia ficción... podríamos hacerlo en mi casa y...

Mientras Pinkie seguía planificando aquella fiesta las demás comían y se reían ante la energía que desbordaba de la chica de cabello esponjado, ante la idea de planificar una fiesta y de todas las actividades que podían hacer.

Al acabar la hora de almuerzo Applejack y Pinkie se despidieron para irse a su salón, mientras las demás se iban al propio ya que les tocaba la clase de cálculo, por lo que no debían llegar tarde. Al sentarse junto a la ventana Raibow miro al frente donde se encontraban sus nuevas amigas; Fluttershy alimentaba a la mascota del salón antes de irse a sentar, momento en el cual cruzaron miradas y la tímida le regaló una linda sonrisa mientras algo se removía en el estómago de la deportista, algo que le provocaba ciertas náuseas y un imparable deseo de sonreír ampliamente.

Aquello estaba mal.

Aquella sonrisa fue para ella, no para Dash y aún así generó la misma reacción.

Su corazón volvió a latir como nunca: rápido y fuerte, como si quisiera huir de su pecho y correr hasta los brazos de aquella chica para ser cuidada como un animal más.

Aquello no era bueno para su secreto.

—Nos vemos... y en verdad lo siento —Había susurrado la chica con timidez después de salir de clases y colocándose de puntas deposito un suave beso al lado de los labios de la deportista, antes de salir corriendo donde sus amigas quienes iniciaron a caminar— Por favor me pueden acompañar a la fiesta de Pinkie —Solicitó la tímida voz de la chica mientras observaba a sus amigas, quienes la miraron con curiosidad— Quiero conocerlos mejor...

—¡Rayos! —Murmuró la deportista tocando su mejilla antes de salir corriendo con las mejillas encendidas y el corazón acelerado. Aquello era malo.

Muy malo

Enamorada de DashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora