Sueños

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¿Sabes qué es lo mas maravilloso de una persona que descansa de cualquier cosa? Sueños.

Esos sueños que evitan a cualquiera volverse loco, a volverse paranoico, volverse tristes de vivir.

Estos sueños no solo se quedan encerrados en nuestras mentes, se pueden hacer realidad.

A mi me costó entender eso... no es de la manera más amable, sino de la más cruel.

Conocí a la chica de mis sueños.

Dulce, amable, linda, comprensiva y atenta conmigo. Reíamos todo el día, hablábamos hasta que se nos acabara la voz para seguir hablando.
Hasta que dejábamos de despertar, para seguir soñando.

Ella, estaba conmigo y yo con ella, no parábamos de conocernos, de ser felices tanto el uno con el otro.
No importaban nuestras distancias, vivíamos en un trecho bastante largo, pero eramos tal para cuál.

Siempre lo he dicho: Era la chica de mis sueños.

Porque jamás fue nada mío.

Pudimos ser algo, pude hacer algo.

Sabes, a veces crees que algo es mágico, hermoso y puro que piensas que esta fabricado de fantasía. Como un sueño, como una creencia.

Siempre fantaseaba con ella, acariciarla, preguntarle muchas cosas, compartir cosas cada segundo, minuto o resto de mi ser pero siempre con la fantasía de compartir muchas cosas con ella.

Al final yo lo arruiné.

Y ella lo supo.

Y al final me abandonó.

Cuando yo creí que era el momento de decirle lo que sentía por ella ya era demasiado tarde.

A ella le gustaba alguien más, acto seguido me dijo que le gustaba pero pensaba que yo no quería con ella.

Hay sueños que son un secreto para todos, pero en realidad esos secretos se pueden convertir en pesadillas. Pesadillas que jamás sale uno con vida.

Me costó entenderlo, pero era ya tarde.

Prometí no perder otra oportunidad jamás en un futuro. Solo debía de decírselo y ser felices.

Cada día imagino que pienso en ella me imagino que hubiera pasado si le hubiese dicho antes, a tiempo.

No es amor todavía, es solo una acción que debiste de hacer pero no lo hiciste.

¿Sabes algo? Esas personas, aquellas que debiste decirles algo importante se te quedan en tu memoria de por vida, no por la palabra en sí, sino las cosas que pasarían después. El hubiera...

Desde ese momento le juré a la vida no negar a compartir, a decir lo que yo pienso.

ÉSTA TRISTE HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora