Sabes, el peor mes de toda mi vida no fue Noviembre, fue Diciembre.
Acostumbrarme a tu compañía, a tus labios, a tus mensajes de voz. Los días que pasabas hablando de tus cosas personales.
Extrañaba todo eso.
Aunque tenía películas, series, videojuegos. Nada me satisfacía.
Estaba solo, triste.
Sin saber lo que pensabas ahora, sin que hiciera algo.Tenía ganas de hacer algo. Quería gritar tu nombre en la oscuridad, decirte tantas cosas que el tiempo no quiso, corear tu nombre hasta que mis labios se secaran. Gritar en la luz todo lo que me recordaba de ti, desear que nuestra partida solo fue una estupidez.
Pero recordé que no querías hablar conmigo.
Jamás me dijiste donde vivías o estarías, o siquiera donde buscarte.Solo extrañaba esos besos húmedos que se conectaban con los míos. Tu risa. Tu sonrisa. Tu cabello.
Sabes, me volví loco más por eso.
Saber que no estarás ahí y recordar cada instante que algún día mis ojos llegaron a observar.Tanto tu como yo sabemos que tengo una excelente memoria. Esos dones me servían para otras cosas, como pasa a ser inteligente, recordar cumpleaños, datos importantes o cumpleaños o aniversarios.
Pero lo odiaba cuando terminaba una relación.
Diciembre fue el mes más infeliz de toda mi vida. Y eso que he tenido muchos meses infelices en mi vida.
Recuerdo que te dije si no querías llevar la relación adelante no me importaría, pero supongo, después de todo este tiempo que ya lo sabías pero no tenías el coraje para decirlo.
Sabías muy bien que si lo harías no me dolería tanto como lo que hiciste después, pero sé que tu orgullo no quiso decirlo.
Sabes, en ese mes, deseaba que esa lluvia de Noviembre no hubiese existido. Ni la reunión. Ni tomar contigo clases. O siquiera haberte hablado nunca. Deseaba no haberte hablado.
Mi amiga, la que quise por mucho tiempo alguna vez supo de lo nuestro y preguntaba por ti.
Yo me ponía triste por dentro, ella era feliz y yo, consumido por la infelicidad.
Mis amigos sabían de lo nuestro y me ofrecieron su apoyo.
Pero lo negaba, éstas clases de cosas no se olvidan jamás.
Al final de cuentas, todos extrañamos a alguien cuando desaparece de nuestras vidas.
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ÉSTA TRISTE HISTORIA DE AMOR
RomanceAyer, hoy, mañana. ¿qué importa? Se ha ido y ya no volverá jamás. Sé que algún día lograré borrar mi mente esa imagen de la persona que ame. No aquella la que se enamoró de mi en un Noviembre lluvioso, se presentará la persona que es ahora. La que...