¿Sabes algo? Aún recuerdo cuando me preguntabas cuando fue la primera vez que me enamoré.
Era un día en donde estaba sentado en el patio de la escuela. Estaba yo, tratando de comer lo que había preparado de repente en mi casa, apresurado por llegar a la primera hora en donde ya tenía algunos retrasos, suficiente para que me quitarán el derecho del examen. Vaya, como olvidarlo.
Te acercaste tu, con esa chamarra que despedía tu hermoso aroma que ya era un sello de ti. Una señal en la que mi corazón palpitaba como loco, nervioso e impaciente. Te escuché caminar aunque, sabía que si te miraba cuándo venías a mi, sabrías que tenía las intenciones de un enamorado que guardaba una gran pasión hacia ti.
Pero aguarde impaciente a tu llegada y por fin, te sentaste junto a mi. Y me platicaste lo típico que pregunta alguien al principio de una conversación. Mi estado de salud, lo que andaba comiendo y las clases que tomábamos juntos. Aunque solo eran dos clases, una que era a una distancia demasiado considerable para que pudiera observar cada vez que sonreias, cada vez que observabas la clase y casa vez que anotabas tus apuntes. Era tan especial, tenías un rasgo único. No necesito describirlo porque sé que es algo que va más allá de la razón humana más lógica posible.
Y la segunda clase, oh, la segunda clase que tomábamos juntos era mi favorita. Era en la cual te sentabas enfrente de mi. Era tan maravilloso esos momentos, que en ese entonces hacían todo mi día, hacia que valiera la pena las desveladas del estudio, que valiera la comida fea que me preparaba a veces o también las cosas que decían los profesores.
Igualmente quería llegar primero, para poder verte llegar, ver esa silueta tan hermosa a la luz del día, ver como llegabas y sonreias para pedir permiso de pasar. Oh vaya, que recuerdos.
Y entonces, ¿Cómo era ella? Me preguntaste ya al finalizar una conversación que teníamos.
Bueno, para ser sincero, ya me había enamorado perdidamente de alguien más. Aunque lo pague caro. Muy caro.
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ÉSTA TRISTE HISTORIA DE AMOR
RomanceAyer, hoy, mañana. ¿qué importa? Se ha ido y ya no volverá jamás. Sé que algún día lograré borrar mi mente esa imagen de la persona que ame. No aquella la que se enamoró de mi en un Noviembre lluvioso, se presentará la persona que es ahora. La que...