Carolina III

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Le dije a mi madre que si podía ir al velorio de Caro y me dijo que no podía ir yo sola así que me acompañó como no podíamos dejar a mi hermana sola en la casa la llevamos.
El velorio fue en su casa, había un moño color blanco, ya que eso representaba que alguien menor de edad había fallecido era una casa grande, había un gran patio donde habían sillas y hasta delante de las sillas se hallaba una caja de color blanco, no quería ir a ver la caja al menos no yo sola, trate de evitarla pero en ese momento su mamá llego a recibirnos, al parecer habíamos llegamos muy temprano ya que no había nadie.
Su madre entre sollozos y lágrimas me dijo:
-Gracias por haber venido- mi madre la abrazo y le dio el pésame- me hubiera gustado conocerla en otras circunstancias-dijo con un gran suspiro.
Volteé hacia donde se encontraba mi madre y la vi llorando yo solo la abracé y recargar mi cabeza en su brazo ya que era muy pequeña para llegar a su hombro. En ese momento llego Dionali iba con su abuela ya que sus padres trabajaban demasiado. Se me acercó a mi mamá y la saludo su abuela nós saludo a ambas, Dionali, era rebelde y grosera muchas veces pero era porque sus padres nunca estaban en casa, solo se encargaba de ella su abuela. Me abrazo y me dijo que si ya había ido a ver "la caja" y le dije :
-No, quieres ir a verla- negó con la cabeza y bajo la mirada.
-Tampoco quiero verla-baje la cabeza y una lágrima resbaló por su mejilla, mi madre fue a ver "la caja" pero yo me quede en silencio mirando al suelo Dionali hizo lo mismo hasta que llegó Brenda y Noemi, ellas venían solas, seguramente las había traído el hermano de Noemi.
Finalmente había llegado el momento tenia que verla por más duro que me pareciera, fui con Dionali hasta el pie de la caja y poco a poco avance, al llegar a la punta de la caja me quede inmóvil no podía hacer más que observarla, llevaba un vestido blanco hasta el cuello, lo cual disimulaba la marca de la cinta en el cuello, pero no lo hacia del todo, llegue a ver por debajo del cuello del vestido una marca casi negra que rodeaba el cuello de mi difunta amiga Caro, sus ojos cerrados y el cabello suelto y esponjado como lo solía tener, una mueca seria que pocos días veía en su rostro, llevaba una deadema de flores blancas en el cabello, pude notar que la maquillaron. No me di cuenta hasta que vi lágrimas en el vidrio de la caja, no podía decir ni hacer nada simplemente se había ido, las lágrimas resbalaban por mis mejillas, al parecer mi madre me vio y de inmediato se levantó, casi me arrastro hasta una silla junto a ella, era la primera vez que veía a alguien que quería muerta, mi madre me atrajo hacia su pecho y me acariciaba la cabeza tratando de hacer que me calmara.
Ya estaba mas tranquila, sequé mis lágrimas y di un fuerte suspiro para mantenerme fuerte en ese momento llego Herson con unas flores blancas se las dio a su mamá y le dio el pésame, fue conmigo y me abrazo, no podía ser fuerte si alguien me abrazaba asi que me solté a llorar de nuevo, cuando logre apaciguar mi llanto Herson me pregunto que si ya la había visto, y asentí con la cabeza.
-¿Me acompañas?-asentí de nuevo y nos acercamos, la miro y de sus labios pude leer lo que dijo »porque, porque lo hiciste, que te hicimos, porque no pensaste en nosotros porque « las lágrimas resbalaban por sus mejillas, se estaba poniendo tenso así que, lo tome del brazo y el se relajó y me miro, aun caían lágrimas por sus mejillas, solo pude abrazarlo y se soltó a llorar.
Tenia razón, porqué ella no pensó en lo que sentirías, acaso no le importábamos lo suficiente como para soportar. Pero ya nunca podré saberlo porque ya no esta.
Al final de la misa que le hicieron su madre se desmayo tres veces y su hermano solo lloraba en la entrada de la casa

¿Que pasa con la adolescencia ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora