El último adiós Carolina

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Mi madre dijo que no estaba lista para ir a un entierro pero yo insisto en que me dejaran ir porque seria la última vez que vería a mi amiga, al final mi madre cedió y me llevo hasta la casa de Caro me dejo ahí y se fue ya que quería que me quedara junto con Dionali, Noemi, Brenda y Herson nos llevó la madre de Herson, fue un camino muy largo, a cada paso que dábamos sentía una punzada de dolor en el pecho.
Nunca había ido a un entierro e ir a uno donde mi mejor amiga sea la anfitriona no me animaba nada, bien dicen que un padre no puede sepultar a sus hijos pero en esta ocasión tuvieron que hacer una excepción.
Herson me tomo de la mano y la apretó, yo miraba por la ventana y en cuanto sentí su mano ligeramente mojada de sudor y un temblor que no lo dejaba volteé a verlo, estaba mas pálido que de costumbre su piel simulaba a un huevo crudo, totalmente blanco.
Lo seguí viendo hasta que desvío la mirada, así que recorte mi cabeza en su hombro y el recostó su cabeza en la mía.
-Solo quiero que esto termine-dijo Herson con una lágrima que resbalaba por su mejilla.
-yo igual, es como una mala película de terror - le dije y cerré los ojos creyendo que estaba en un sueño, cuando sentí que alguien me movió.
-Karen, Herson ya llegamos tienen que bajarse del coche.
Adormilados salimos del coche y nos dirigimos hacia el cementerio, fuimos colina arriba hasta que la madre de mi difunta amiga se detuvo frente a un agujero de tierra, donde había una lápida y en ella el epitafio decía: >>tus problemas ya no te perseguirán aquí Carolina Partida Martínez (1998-2010) <<
Colocaron a Caro en un pedestal en sima del agujero y le hicieron una misa, cuando esta termino, bajaron a Caro muy lentamente por el agujero hasta que la caja ya no se veía.
Las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas y mirando fijamente a donde estaba el ataúd, con la mirada perdida y mi alma hecha pedazos su madre que se había tirado al piso llorando sonoramente gritaba "¡¿PORQUE?!" una y otra vez, cada grito era cada vez más desgarrador e iba clavando una espina en mi corazón de repente deje de oír a su madre ya que se había desmayado por cuarta vez consecutiva. Pasamos cada uno de sus familiares y amigos a arrojarle un puño de tierra al ataúd.
Cuando llego mi turno, me arrodillé tome un puño de tierra y lo disperse sobre la caja mis lágrimas caían sobre mi blusa negra, me quede ahí arrodillada pensando en todo lo que habíamos pasado mientras estaba con vida, recordé el día en que nos conocimos, las veces que inventábamos proyectos para ir a la casa de la otra y todo había quedado enterrado junto con ella en esa misma caja, fría y sin un corazón palpitante.
Herson vio que me había quedado arrodillada en frente del agujero así que decidió que era suficiente para mi, me llevo a su auto y esperamos a su madre en la puerta del auto hasta que llegara y me dejara con mi soledad en mi oscura habitación de donde no salí durante una semana y media.

¿Que pasa con la adolescencia ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora