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Jamie entró en la casa con paso lento, dejando atrás la mirada de Harry. La puerta se cerró y se topó con el silencio de una casa vacía.
Caminó hasta la sala y se dejó caer en el sofá, donde permaneció hecha un ovillo hasta que la puerta se abrió.
-¡No, Liam!-gritó Geoff.- Esto es tu culpa. Estás lastimando a tu hermana y ya no voy a permitir que lo hagas. Si ella no vuelve esta noche, vos te volves a Londres y nosotros nos la llevamos.
-No. No podes hacer eso. Ella es mi hermana.
-Y es mi hija, y ahora no está por tu culpa. Porque te portas como un idiota desde que Zayn se fue. Desde antes. Te portas como un idiota desde siempre.
Liam volteó hacia la escalera y la vio. Se aproximó hacia ella, haciendo oídos sordos a los gritos de su padre y la rodeó con sus brazos.
-¿Estás bien?-preguntó pero ella no respondió.- Jamie...
-Andá a tu cuarto, Liam.-dijo su madre.
El destello de dolor que se reflejó en sus ojos, le devolvió a Jamie el alma al cuerpo. Pudo ver a Liam ahí, a su Liam. Estiró su mano con rapidez y tomó la de él. Tiró de su brazo con suavidad y se hundió en su pecho, trepando para que la alze, cosa que él hizo.
-¿Puedo llevarla conmigo?-preguntó.
-Pero después vamos a hablar todos juntos.-dijo Geoff.
Liam asintió y subió las escaleras con ella en brazos cual niña pequeña. Jamie descansó la cabeza sobre el hombro de él y miró a su padre. Este no dijo nada, solo la miró fijamente hasta que la perdió de vista.
Liam la recostó sobre la cama y se sentó a su lado. Le acarició el pelo mientras ella lo miraba fijamente.
-Perdón. -susurró.
-El tren iba a pisarme.-dijo ella.
-¿Qué?
-Iba a pisarme y yo lo iba a dejar.
-Jamie, no...
-Quería hacerlo. Puede que te encontrara a donde fuera. Pero volviste. Si. Volviste.
-Nunca me fui.
-Si lo hiciste.-dijo ella.
-Estoy acá.
-Ahora si.-murmuró ella y se acercó más a él.
-¿Fuiste a las vías? -Jamie asintió.- ¿Viste el tren?-volvió a asentir.-¿No te apartaste?-ella negó.
-Lo hizo Louis.-dijo con inocencia.
Su hermano se acostó a su lado y le besó la frente.

- ¿Podemos jugar al veo-veo?

-Podemos hacer lo que vos quieras.
Jamie lo miró. Quería decirle que había besado a Harry, que le quería, que eran fugitivos, que estaban juntos. Pero el silencio fue todo lo que escapó de sus labios.
Liam la miró y ella lo recordó pasando por la laguna cada noche, para buscarla. Lo recordó frustrado porque ella se aislaba, preocupado, enojado, triste, asustado. Y también lo vio feliz, mientras ambos reían juntos, a su lado cuando Cory se fue, tomando su mano en el funeral, llevándola en brazos.

Yo voy a hacerte upa todas las veces que quieras.

Dijo una vez. Ella lo recordaba y lo amaba. Liam era su hermano y ella debía esforzarse porque ambos fueran felices.
Resolvió que era mejor no contarle de Harry y de los besos o de que eran fugitivos. Pensó que no debía decirle que vivía con Louis, que lo veía cada día, que quería estar con él si le era posible.
Volvió a mirar a Liam y dijo:
-Veo-veo...
Jugaron por horas con cada uno de los colores hasta que Liam se durmió. Ella se puso de pie y fue a su cuarto, topándose con Harry.
-¿Qué haces acá? -preguntó ella en un susurro, acariciándole el pelo.
-Quería ver que estuvieras bien.-dijo él, tomándola por la cintura.
Jamie se inclinó con suavidad y lo besó. El chico la dejó sentarse en sus piernas y la pegó a su pecho.
-Estoy bien.-murmuró ella.
-Te amo.
-Te quiero.
-Voy a hacer que me ames.
-Vas a condenarme a perderme con la sola mención de tu nombre.
-Jamie, soy tuyo.-murmuró y llamaron a la puerta.- Te amo.
Luego de esas palabras, la besó y salió por la ventana antes de que ella abriera la puerta, topándose con su padre.
-Hola.-dijo él.
-Hola.-dijo ella.
Geoff la rodeó con sus brazos sin mediar más palabras. Jamie dejó que sus manos subieran y bajaran por la espalda de su padre.
-Tranquilo.
-No vuelvas a irte así. No sabía dónde estabas. Tendría que castigarte pero... Jamie, decime qué hago para que estés bien, para que vuelvas a ser feliz.
-Ya, papá. Estoy bien. Es que... Liam nunca me había levantado la mano antes. Supongo que nunca lo esperé de él.
-No va a tener la posibilidad siquiera de pensar en volver a hacer algo así.-aseguró el hombre y le besó la cabeza.
-No quiero que se meta en problemas.
-¿Por qué?
-Porque es mi hermano.-suspiró ella.- Amo a mi hermano. Podemos tener malos momentos pero, papá ¿no es esta la primera vez que pasa algo así? Nunca peleamos.
-Está bien. Jamie, con tu mamá vamos a irnos un mes a África. -dijo él.- Yo... ¿Qué queres hacer?
-Quiero quedarme con Liam, recomponer las cosas.
-¿Estás segura de esto?
-Si, papá. Quiero recuperar a Liam.
Su hermano la escuchó desde su habitación y se cubrió el rostro con las manos. ¿Realmente se había perdido para su hermanita?


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