Capítulo 5

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{Ruki}

Salí del bar con aire despreocupado, podía escuchar todavía los gritos dramáticos de Ryo hacia Akira mientras sonreía. Seguramente la gente pensaría que estaba loco pero poco me importaba ya nada. Corrí como alma que lleva al diablo hacia el instituto con esa maldita sonrisa dibujada en mi rostro, se me notaba que había estado con Akira y las burlas de Kai o incluso de Kame se harían notables en lo que quedaba de mañana.

Acabé suspirando, era el único empleo que había conseguido así que no me quedaba otra que aguantar como un jabato. Entré en el instituto, como siempre, revuelto a estas horas y retomé el camino hacia mi clase. Notando esa maldita sensación a mi espalda. Esos dos ojos puestos en mí.

-¿Qué quieres Kamenashi?-

-¿De dónde vienes?-

Puse los ojos en blanco, cogiendo aire.

-¿Qué te hace pensar que te voy a contestar?-

Me sonrió con desdén, relamiéndose los labios.

-Te has ido sin dar ningún parte y no has fichado al entrar. Sabes que puedo perjudicarte si lo deseo.-

-Hazlo.-

No le mostré absolutamente nada de miedo, que es lo que realmente pretendía. Solamente me encogí de hombros y seguí mi camino ojeando algún que otro examen que tenía a plena vista sobre mi maletín.

-Takanori...-

-¿Sí?-

Me empujó contra la pared, reteniéndome con su propio cuerpo. Se me cayó todo al suelo y comencé a maldecir todo lo que se me venía a la mente.

-¡Kamenashi eres idiota!- Grité notando como la vena de mi frente comenzaba a palpitar.

-¿Por qué no te gusto?-

Su pregunta me pilló por sorpresa, mirándole a aquellos ojos que brillaban intensamente.

-Desde que has venido me he insinuado infinitas veces, eres el único que a día de hoy me sigue rechazando.-

Sonreí de medio lado, sintiéndome orgulloso por lo que acababa de decirme. Notando como mi ego crecía.

-¿No te parece que Koki no se merece esas cosas?-

-Amo a Koki con todo mi ser pero... También amo el sexo con todo mi ser.- Me sonrió mirándome a los labios. –Y los hombres también aunque eso es obvio.-

Volvió su mirada a mis ojos, esperando una respuesta que no llegaba. Apretó sus manos, clavándome las uñas en la piel de mis brazos.

-Suéltame.-

Acercó su rostro al mío, sonriendo de aquella manera que un día me parecía amable, tornándose ahora más bien perversa. Me impactó su cálido aliento sobre mis labios, acabando por pasar su lengua sobre ellos. Giré mi cara con desdén, empujando con todas mis fuerzas su cuerpo hacia atrás, soltándome de su agarre.

-¡Eres un puto enfermo!-

Quise impactar mi puño sobre su cara pero una mano retuvo mi ataque, parándome en seco. Giré mi rostro hacia el dueño de aquella mano que se cerraba sobre mi muñeca, encontrándome de lleno con Koki. Pero no me estaba mirando a mí si no a Kamenashi.

-¿Qué cojones está pasando aquí?- Rugió.

-Koki...- Musitó Kame en un susurro.

Noté como su mano dejaba de hacer presión y aparté mi mano, echándome hacia atrás. Justo cuando Koki se iba acercar hacia Kame sonó el timbre de comienzo de la clase, dejándonos parados en el sitio. Le dedicó una última mirada a Kame, acabando por negar con la cabeza y desapareció por el pasillo, pudiéndose oír un rugido más propio de un animal que de un hombre. Volví mi vista hacia Kame, viéndolo apoyado sobre la pared blanca del pasillo intentando tranquilizarse. No le dije nada más, salí de allí dejándolo solo intentando olvidar lo sucedido, borrándoseme la sonrisa por completo.

Perdóname. (2ª parte de Enséñame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora